Federico X se convierte en rey de Dinamarca tras la abdicación de Margarita II
Margarita II ha firmado su declaración de abdicación durante un Consejo de Estado celebrado en el castillo de Christiansborg en Copenhague
Madrid
Federico X se ha convertido este domingo en nuevo rey de Dinamarca tras firmar su madre, la reina Margarita II, su declaración de abdicación durante un Consejo de Estado celebrado en el castillo de Christiansborg en Copenhague, sede del Parlamento.
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Margarita II, que conserva el título de reina y la función de regenta interina, abandonó el castillo en coche una vez formalizada la abdicación, mientras los nuevos reyes celebraban una pequeña recepción: se sabe que entre los invitados están la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, y los presidentes de los territorios autónomos de Groenlandia y las Islas Feroe.
Siguiendo la tradición danesa, Frederiksen ha sido la encargada de proclamar rey, desde el balcón de Christiansborg, a Federico X, quien pronunciará luego un breve discurso. No hay invitados de la realeza de otros países a los actos, ni tampoco ninguna coronación, pero sí acompañarán a Federico, su hermano menor, el príncipe Joaquín; y, a Mary, su hermana mayor.
Los nuevos reyes han recorrido luego en carroza el centro de Copenhague con destino a su residencia en el complejo palaciego de Amalienborg, acompañados por miles de daneses, que abarrotan las calles desde esta mañana.
"Espero ser un rey unificador"
El recién proclamado rey de Dinamarca ha mostrado desde el balcón del castillo de Christiansborg en Copenhague su deseo de ejercer como aglutinador de todo el país. "Mi madre ha sido, como pocos, una con su reino. Espero ser un rey unificador", dijo en un breve discurso ante miles de daneses el nuevo rey, que se vio acompañado después por su esposa, la reina Mary, y sus cuatro hijos, encabezados por el nuevo príncipe heredero Christian.
"Su majestad Margarita II ha abdicado. Larga vida a su majestad el rey Federico X", ha repetido tres veces Frederiksen. Federico, quien se ha referido a su madre como "una regente fuera de lo usual", ha señalado que necesitará el apoyo de "mi amada esposa, mi familia y eso que es más grande que todos nosotros". El discurso ha terminado con la elección del lema de su reinado, una tradición danesa, que será "Unidos, comprometidos por el reino de Dinamarca", que sucederá al "La ayuda de Dios, el amor de la gente, la fuerza de Dinamarca" de su madre.
A continuación, la reina Mary ha salido al balcón y, luego, se han unido sus cuatro hijos: Christian, de 18 años, Isabella, de 16, y los mellizos Vicente y Josefina, de 12 años. Hasta dos veces han salido los seis al balcón, entre los aplausos de los miles daneses que llenaban la plaza de Christiansborg, mientras agitaban banderas danesas y lanzaban los habituales "hurra".
Federico se ha echado la mano al corazón en señal de agradecimiento e incluso se besó en la boca con la reina. Los nuevos reyes abandonaron luego el castillo en carroza, la misma que había ocupado horas antes su madre para dirigirse a Christiansborg. Los actos oficiales del día se cerrarán con la transferencia de estandartes reales del palacete de Christian IX, residencia de la monarca saliente, al de Federico VIII, donde viven los nuevos reyes, ambos separados apenas por unos cientos de metros.
Margarita II abdicó en favor de su hijo
Margarita II, de 83 años, anunció por sorpresa su abdicación en su discurso de Fin de Año, aduciendo problemas de salud por una complicada operación de espalda y la necesidad de dar paso a la nueva generación.
Al igual que el resto de monarquías escandinavas, en Dinamarca no hay tradición de abdicar -el anterior precedente se remonta a casi 900 años atrás-, y la propia reina había asegurado en varias ocasiones que su puesto era "un deber de por vida".
Tanto la monarquía como Margarita II y los nuevos reyes gozan de un amplio respaldo popular, con cifras superiores al 70 % para la institución y, del 80 %, para sus miembros más destacados, según los últimos sondeos.