Bajo investigación una nueva contaminación tóxica en el Centro Nacional de Microbiología
Es la segunda vez que ocurre en el último año. Se está investigando si la sustancia contaminante proviene del encendido de los radiadores o de un problema de humedades en el techo.
Madrid
Por segundo año consecutivo, el personal de uno de los laboratorios del Centro Nacional de Microbiología (CNM), dependiente del Instituto Carlos III, se ha visto afectado por la contaminación de una sustancia tóxica, la acroleína, que no se utiliza en los experimentos que allí se llevan a cabo.
El suceso, que ocurrió en octubre pero ha trascendido ahora, se está investigando, según ha avanzado eldiario.es, que recuerda que el año pasado "hubo una situación parecida que se saldó con 48 trabajadores afectados" y "miles de especímenes del animalario de investigación del centro contaminados".
Este año, según han confirmado fuentes del centro a la SER, hay nuevos casos entre el personal. Han sufrido "irritación de garganta, llagas en la boca y cefaleas". Sin embargo, según las mismas fuentes, la incidencia de esta situación es "significativamente mucho menor que la del año pasado". Preguntados por el número concreto de casos, no se ha ofrecido una cifra exacta pero se insiste en que es "mucho menor que el problema que surgió el año pasado".
Las mismas fuentes señalan que “el cierre de algunos espacios, la reducción en el tiempo de permanencia en algunas zonas y el uso ocasional de material de protección no afectan a la ejecución del trabajo” en este laboratorio.
Según ha desvelado el diario, la directora del CNM, Isabel Jado, envió un email al personal a final de diciembre describiendo la situación. . Entre otras cosas pide que se use mascarilla en los espacios del animalario.
¿Qué es la acroleína?
Es un líquido incoloro o amarillo de olor desagradable. Se disuelve en agua y se evapora muy rápido, causando gases, cuando se calienta. Se pueden formar pequeñas cantidades de acroleína y dispersarse por el aire cuando, por ejemplo, se queman aceites, tabaco y otras plantas. También cuando hay un incendio de gasolina o petróleo. Industrialmente se produce por la oxidación selectiva de propileno utilizando catalizadores de bismuto-molibdato.
Javier Ruiz Martínez
Redactor de temas de sociedad, ciencia e innovación...