El PSOE ya sabe que con Junts camina en el alambre

Madrid

Hoy hay reunión en el Congreso entre el número tres del PSOE, Santos Cerdán, y el secretario general de Junts, Jordi Turull, y es de suponer que los dos van con la voluntad de aclarar qué es lo que pactaron exactamente el día del pleno de infarto en el Senado. Así que quizás hoy, después de la reunión, puedan explicar de qué estamos hablando, de qué están hablando ellos exactamente, por ejemplo, con la delegación de las competencias en materia migratoria. Porque cada uno tiene su versión de un acuerdo redactado en un papel, de aquella manera, como ayer mismo reconoció el portavoz socialista Patxi López, y que los ciudadanos desconocen por completo.

Estaría bien que acuerden y expliquen el contenido de ese pacto, del puntual para la aprobación de los decretos ley de la semana pasada, pero estaría bien, sobre todo, que aclararan qué tipo de pacto mantienen las dos formaciones. Bueno, más que aclararan, que lo tengan claro ellos. Porque tras la investidura el PSOE aseguró que se trataba de un pacto de legislatura y a las primeras de cambio Junts demostró que no lo era. Y lo ratificó ayer mismo Jordi Turull: o referéndum, o se acabó.

Así que con Junts, el PSOE ya sabe que camina en el alambre. Ayer mismo obtuvo otra prueba, cuando los de Puigdemont se descolgaron de las enmiendas a la ley de amnistía pactadas con los socios de investidura. ERC mantuvo el pacto, aunque también presentó algunas de manera individual. Las dos fuerzas independentistas catalanas pretenden que la futura ley no incluya los delitos de terrorismo como impedimento para obtener la medida de gracia. Los dos quieren lo mismo, pero la fórmula es diferente, porque ya saben que entre ellos hay que diferenciarse, hay que seguir mostrando ante el independentismo que no son lo mismo. Y ahora el PSOE es víctima de tanta escenificación.

Es víctima y no sabe muy bien cómo gestionarlo, porque, hasta ahora, da la sensación de que es Junts quien va marcando el camino, que sus exigencias son constantemente aceptadas por Pedro Sánchez ante la asfixia que le produce la aritmética parlamentaria. Parece que empezó la legislatura sin definir lo básico, que es el terreno de juego y el marco en el que debían moverse las dos formaciones. Hoy hay una nueva oportunidad para ello y para que expliquen en qué consisten sus acuerdos.