Epidemia de impunidades
Guterres necesita dejar de clamar en el desierto y conseguir que la ONU obtenga alguna victoria sonada en la campaña de diplomacia preocupada en la que está inmersa
Punto y 25 | Epidemia de impunidades
Madrid
António Guterres, secretario general de la Organización de Naciones Unidas, es un buen publicista o tiene detrás a un buen equipo de publicistas que da fuerza a sus ideas. Ojalá a continuación de sus estremecedoras declaraciones cotidianas hubiera un similar grado de eficacia en la institución que representa. Para describir la situación de lugares como Gaza, Ucrania o Sudán, ayer declaró en Davos que existe una epidemia de impunidades, ya que se ignoran el derecho internacional y los convenios de Ginebra y el mundo se queda paralizado mientras los civiles, en su mayoría mujeres y niños, son asesinados, mutilados, bombardeados, expulsados de sus hogares y se les niega el acceso a la ayuda humanitaria. Para razonar sobre la emergencia climática acelerada, el representante internacional ha dicho que la humanidad ha abierto las puertas al infierno y que no se puede salvar a un planeta en llamas con una manguera de combustibles fósiles. Y todo lo resumen en que no ha de construirse un futuro para nuestros nietos con un sistema creado para nuestros abuelos, como resumen de la fragmentación actual de la comunidad internacional. Guterres necesita dejar de clamar en el desierto y conseguir que la ONU obtenga alguna victoria sonada en la campaña de diplomacia preocupada en la que está inmersa. Olvidarse de los molinos de viento y abordar a los verdaderos responsables de los problemas
Joaquín Estefanía
Es periodista, exdirector del periódico 'EL PAÍS'...