La confesión de Rigoberta Bandini sobre el ano de su marido que le hace llorar de la risa al recordarlo
La cantante fue invitada al espectáculo 'La Ruina', donde todos los que pasan acaban contando alguna de sus miserias
Madrid
Los cómicos Ignasi Taltavull y Tomás Fuentes llevan cuatro años sacando las miserias más miserables de la gente en La Ruina. Desde el público hasta los invitados especiales que se sientan con ellos en sus espectáculos. Todos acaban contado uno de esos momentos de la vida que, de primeras quisiste olvidar, pero que luego te sacan siempre una sonrisa cuando los recuerdas.
La Ruina es un espectáculo con público que va pasando por distintos escenarios de distintas ciudades y luego cada miércoles suben un vídeo a sus redes. En este tiempo han tenido invitados como Berto Romero, Inés Hernand, Ignatius, Ana Morgade, Marc Giró, Eva Soriano o Silvia Abril y la última ha sido la cantante Rigoberta Bandini. Su miseria era compartida con su marido, el humorista Esteban Navarro, de Venga Monjas: "Cuando empezamos a salir, un día en las fotos de su teléfono, le veo sentado en un banquito como de una especie de quirófano, con un gorro de quirófano y una bata y una cara así. Digo, Esteban, ¿te han operado de algo? Entonces no nos conocíamos tanto. Me operaron del ano", comenzó contando.
El padre de Esteban es dermatólogo y, tiempo después, Esteban le dijo: "Cariño, me ha dicho mi padre que tienes que ponerme talco en el ano durante dos semanas". En ese momento, se oyen risas entre el público y la cantante prosigue: "Para mí el ano se había quedado como zip que no quise ni descomprimir y de repente digo, tenías que haber descomprimido ese archivo porque ahora ya tienes un hijo con él y vete a saber qué le pasa con su ano". Rigoberta contaba que "lo jodido no era ponerle talco en el ano" sino "la ilusión con la que él se abría de piernas y yo oía 'carriiiiiño'", relataba con mucha gracia.
El gran final estaba por llegar: "Un día fue como la cúspide de nuestra relación anal. Y es que Esteban se tiró un pedo. Muy heavy. El cabrón se tiró un pedo en el momento exacto en el que el talco hizo pooooo", trataba de explicar con un movimiento de manos. "Fue muy poético", decía quitándose las lágrimas que salían de sus ojos de la risa. El público estaba igual.
Durante el resto del espectáculo Rigoberta fue sacando papeles al azar de una bolsa donde estaban los nombres del público y fueron saliendo también a compartir sus miserias con el mundo. Superar la de la cantante era difícil.