"No me jodas, Rafa": la reflexión de Ángeles Caballero sobre el 'fichaje' de Nadal por Arabia Saudí
Me pregunto si vale la pena sacrificar los principios por unos cuantos millones más, aunque también cabría preguntarse si sabemos cuáles son esos principios de don Rafael Nadal Parera
La palabra ejemplo. ¿Cuántas veces la hemos dicho y cuántas veces hemos pronunciado aquello de "Vamos, Rafa"? Porque es una persona que nos ha dado y que nos da muchísima alegría y muchísimo ejemplo en muchas de las facetas de su vida.
Ángeles Caballero: "No me jodas, Rafa"
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Es una persona, Rafa Nadal, que además de la cantidad de premios que tiene, la cantidad de logros prácticamente titánicos que ha tenido a lo largo de su carrera deportiva, es un hombre que siempre sale en los listados de españoles que quieren irse de cañas con él, españoles que quieren que sea presidente del Gobierno, aunque él hasta ahora lo que ha dicho, y muy seriamente, es que a él lo que le gustaría es ser presidente del Real Madrid.
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Aunque para mí tuviera ya una pequeña manchita en su historial cuando dijo aquella tontería, porque los ídolos y los iconos también pueden decir tonterías, de que tener un hijo no le iba a cambiar para nada la vida. En fin, Rafa, ahora que lo tienes, yo creo que un poquito sí te habrá cambiado.
Efectivamente, le han nombrado embajador de la Federación Saudí de Tenis. La Federación ha salido con un comunicado en el que, por supuesto, habla de un compromiso a largo plazo para ayudar al crecimiento del deporte, inspirar a una nueva generación de atletas en Arabia Saudí. Habla también de la cantidad de mujeres que se han incorporado al deporte, por supuesto, en ese país.
Y aparece una foto con un Rafa Nadal muy sonriente, rodeado de muchos niños y un par de niñas, no vaya a ser que le afeemos en este caso la falta de presencia del género femenino en esa imagen. Pero también él va a conseguir algo muy importante que al final es por lo que creo que nos movemos muchos, que es la pasta, porque su academia, la Academia Rafa Nadal, va a tener su propia sede en Arabia Saudí.
Rafa Nadal ha hablado en un comunicado también y en sus declaraciones ha dicho cosas muy típicas de estudiante, y que me perdonen aquí los estudiantes de cualquier MBA, porque ha hablado de potencial, de creatividad, de competitividad y que el deporte y la vida sana son la solución a casi todos los problemas.
Y dice, que esto sí que es también otra tontería, que tú sales a dar una vuelta por Arabia Saudí y lo que uno respira es progreso y crecimiento. Otra cosa no, pero progreso y crecimiento hay por todas partes.
Yo creo que Nadal, por supuesto, como cualquiera, tiene derecho a hacer lo que le dé la gana y tomar las decisiones que le parezcan oportunas. Como por cierto, también tenemos los demás derecho a opinar sobre eso que decide y esas cosas por las que opta.
Está muy bien, desde luego, que quiere aumentar su patrimonio económico, pero sabe Nadal, como lo sé yo y lo sabemos los que estamos en esta mesa, que también tiene otro tipo de patrimonio que es el reputacional. me pregunto si vale la pena sacrificar los principios por unos cuantos millones más, aunque también cabría preguntarse si sabemos cuáles son esos principios de don Rafael Nadal Parera, que es como le suelen llamar muchos en redes sociales.
Habría que recordar el historial también de Arabia Saudí, que ha salido de compras y se ha comprado la Supercopa de España de fútbol, se ha comprado también a Cristiano Ronaldo, a John Ram, al torneo de golf de la PGA, ha entrado también a invertir en telecomunicaciones, en banca... Recordemos aquel caso de universidades para que salieran bien paradas en los rankings.
Un plan de blanqueamiento, en fin, perdón, de diversificación de ingresos para no depender del petróleo como única fuente de ingresos que pasa por eso, por salir de compras mientras un príncipe ordena descuartizar a un periodista y pasa muy poco, la libertad de expresión es más bien un animal mitológico y los derechos humanos brillan por su ausencia.
Yo le pediría a Rafa Nadal que la próxima vez que vaya a Arabia Saudí se dé una vuelta y además de progreso y crecimiento, sepa que hay ejecuciones, que hay activistas encarceladas, mujeres tuteladas por un guardián que suena a no el siglo pasado, hace unos cuantos siglos, y latigazos a homosexuales.
Así que además de "Vamos, Rafa", habría que decir "Vamos, hombre, Rafa", aunque a mí el cuerpo me pedía: "No me jodas, Rafa".
Ángeles Caballero
Periodista. Colabora en 'Hoy por Hoy', con Àngels Barceló. Escribe en El País. Y habla en La Sexta.