"Tuvo que ver cómo un padre mataba a su hijo recién nacido": así era el trabajo de un moderador de contenidos de Facebook e Instagram en España

Imagine que tiene que pasarse ocho horas al día viendo violaciones, suicidios, abusos de menores, torturas, asesinatos, ajustes de cuentas. Póngase en la piel de alguien que su jornada laboral consista en estar expuesto a horas y horas de violencia extrema. Eso está pasando en España, porque es el trabajo de los moderadores de Meta (Facebook e Instagram). En nuestro país, esa tarea la hace una empresa subcontratada por Meta, pero hay más repartidas por el mundo. Hoy, por primera vez en España, Un juez responsabiliza a la empresa subcontratada por Meta de los trastornos mentales que sufren sus moderadores de contenido. Esta sentencia es sumamente importante, porque la empresa subcontratada no reconocía que existiera esa relación causa-efecto entre ver decapitaciones, mutilaciones y violaciones y acabar psíquicamente destrozado. Y no es un caso puntual. El 20% de la plantilla está de baja.

Las condiciones de trabajo

"Un caso extremo que me explicó mi cliente fue un padre que mató a su bebé. Me explicaba que durante el vídeo tenía que ver cómo con un cuchillo lo mataba. Era una imagen atroz con el sonido de los chillidos. Atroz. ¿Qué necesidad hay de que mi cliente tuviera que ver ese vídeo hasta el final. Es innecesario e injustificado", lamenta el abogado.

Cuando su cliente contactó con su despacho, alertaron inmediatamente a Inspección de Trabajo. Feliu recuerda que la inspectora le dijo que "en la vida había visto cosa igual". Cuando el ex moderador relató lo que había vivido, tuvieron que parar. "Inspección de Trabajo no era conocedora de la mecánica de la moderación en una red social", explica el abogado.

"Las condiciones de trabajo son de lo más dantescas que te puedas imaginar. Esas personas trabajan ocho horas diarias. Tienen cada hora, cinco minutos de descanso. Se pasan 55 minutos sentados en una silla sin poderse moverse", explica Francesc Feliu, el abogado experto en responsabilidad civil sanitaria que ha defendido al moderador brasileño. Ni siquiera, pueden salir a la calle porque las oficinas están en una torre. En cinco minutos, no les da tiempo ni a entrar ni a salir. Tampoco reciben una formación específica, basta con que hablen el idioma del país de donde procede el contenido violento. A cambio, ganan unos dos mil euros al mes. Una cifra que no compensa el enorme daño psicológico que arrastran sus clientes.

Las secuelas

"Tengo 29 clientes que trabajaban en esta empresa. Algunos están con intento de suicidios, automutilaciones. Lo que están viviendo es sumamente grave", explica el abogado. La empresa alegó que no era culpa suya lo que le había pasado al ex trabajador porque en su adolescencia había ido al psicólogo. "Nosotros lo que dijimos es que es una vergüenza que una empresa, que es conocedora que los moderadores de contenido están sometidos a esos riesgos psíquicos, venga un juicio a decirnos que porque en tu vida has ido un psicólogo eso sea algo negativo a lo largo de tu vida", lamenta el abogado. La actitud de esta empresa subcontratada por Meta es "un ejemplo de que la empresa maltrata". La empresa tiene derecho a recurrir, pero la defensa va a seguir trabajando para conseguir una "indemnización por daños y perjuicio"

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