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Vapers, LEDs y cables a raudales: cómo hacer frente a la basura electrónica "invisible" y acabar con el "efecto tesoro"

La basura tecnológica "invisible" implica residuos de 9.000 millones de kilogramos

La basura electrónica no deja de crecer. / Yau Ming Low

Madrid

¿Qué has hecho con ese teléfono móvil que ya no utilizas? Por muy bien que lo hayas cuidado durante estos dos últimos años es bastante probable que te haya comenzado a dar problemas o que no rinda igual de bien que los primeros días. De ahí que hayas optado por comprarte uno nuevo y que hayas dejado este cogiendo polvo en un cajón. Lo mismo te pasará probablemente con tabletas o incluso ordenadores. ¿Cuántos guardas ya en casa? Tal y como refleja el IV Informe anual elaborado por Recyclia, que recoge las tendencias en la industria del reciclaje de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) y pilas en España, un 45% de los hogares españoles guardan un ordenador de sobremesa en desuso. Un porcentaje que se dispara hasta el 61% si tenemos en cuenta otros aparatos electrónicos como los sobre portátiles y tabletas.

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Una montaña de entresijos que cada vez se hace más grande. Según recoge Naciones Unidas en su página web, cada persona generó 8 kilogramos de residuos electrónicos en todo el mundo en 2023. O lo que es más preocupante: 61,3 millones de toneladas de residuos electrónicos en un año. A la hora de pensar en residuos digitales se te vendrán a la cabeza teléfonos móviles, televisores o incluso lavadoras en desuso, probablemente la basura digital más reconocible a día de hoy. ¿Sabías que una sexta parte de toda esta basura electrónica es considerada "invisible" a ojos del ser humano porque no es tan fácil de identificar? Hablamos sobre un sinfín de pequeños artilugios de consumo como pueden ser los accesorios LED, los juguetes electrónicos o incluso los vapeadores. Una industria, que no deja de crecer, y que supone un reto para las principales fundaciones medioambientales.

La basura tecnológica "invisible" implica residuos de 9.000 millones de kilogramos

Así lo explica el ambientólogo Alberto Vizcaíno en declaraciones a la Cadena SER, donde señala que los aparatos electrónicos son tan comunes que a veces pasan desapercibidos. A pesar de que tenemos claro que no debemos tirar una lavadora al contenedor, las dudas crecen a medida que el aparato es más pequeño: "Si tenemos un ordenador o una lavadora entendemos que es un electrodoméstico pero, a veces, en juguetes u otros dispositivos se nos pasa por alto que están creados con dispositivos electrónicos y que tienen circuitos eléctricos. A la hora de tirarlos no caemos que eso tenía un componente electrónico".

Entrevista al ambientólogo Alberto Vizcaíno

Entrevista al ambientólogo Alberto Vizcaíno

14:25

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Respecto a los vapeadores, Vizcaíno recuerda que disponen de una tecnología en su interior que permiten que el dispositivo se caliente, que genere vapor e incluso se que contabilice la nicotina que va emitir en cada una de las caladas: "Todo eso es un circuito basado en numerosos componentes electrónicos sobre los que no somos conscientes". A todos estos pequeños desechos electrónicos también hay que sumarle aquellos que los convertimos en invisibles de forma completamente consciente, como pueden ser los auriculares o los cables de esa cámara de fotos digital que todavía almacenas en casa: "Los guardamos en casa y desaparecen del flujo de residuos para, finalmente, acabar en la basura junto a todo tipo de productos".

"Para estar en un cajón, mejor produciendo materia prima"

Tal y como explica el consejero delegado de Recyclia, José Pérez, todo esto se debe al conocido como "efecto tesoro". Bajo su punto de vista, almacenamos todos estos desechos tecnológicos en casa porque no los consideramos como tal. A pesar de que no suelen ser equipos contaminantes, ni entrañan riesgos desmedidos, almacenar todo este tipo de aparatos se considera un coste de oportunidad para crear otros nuevos: "Hay que concienciar a la gente para que los lleven a los puntos limpios, ya que se le va a dar un uso correcto desde el punto de vista medioambiental. Para estar en un cajón, mejor estar produciendo materia prima para otros productos".

Entrevista a José Pérez, consejero delegado de Recyclia

Entrevista a José Pérez, consejero delegado de Recyclia

19:08

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Según un estudio realizado por el Instituto de las Naciones Unidas para Formación Profesional e Investigaciones (UNITAR), se estima que esta basura tecnológica invisible implica residuos de 9.000 millones de kilogramos cada año a nivel global. Una cifra, para nada desdeñable, que crece año tras año ante el desconocimiento de la sociedad. Los productos no están siendo reciclados como deberían y esto está poniendo en riesgo tanto nuestra salud como el medioambiente. Tal y como refleja este mismo estudio, cada año se tiran a la basura cerca de 10.000 millones de dólares en materias primas esenciales a nivel global y esto está provocando que las empresas tengan que explotar más y más recursos para hacer frente a una demanda que no hace más que crecer.

Europa, líder mundial en reciclaje de desechos electrónicos

A pesar de que Europa es líder mundial en reciclaje de desechos electrónicos, y que está dando pasos adelante para promover la economía circular, todavía hay mucho trabajo por hacer. Más aún si tenemos en cuenta que a día de hoy tan solo un 54% de esta basura electrónica ha sido reciclada durante este último año a nivel europeo y que la cantidad de desechos electrónicos invisibles no deja de crecer. Así lo explicaba el director del Foro WEEE, Pascal Leroy, durante el Día Mundial de los Residuos Electrónicos, donde denunció que la sociedad no sabe cómo reciclar este tipo de productos: "La gente tiende a reconocer los productos eléctricos domésticos como aquellos que enchufan y utilizan con regularidad. Pero mucha gente está confundida acerca de la categoría de residuos en la que encajan los productos auxiliares, periféricos, especializados, de ocio y no sabe cómo reciclarlos".

En este mismo comunicado, Pascal Leroy afirmaba que los desechos electrónicos conocidos como "invisibles" son el flujo de desechos que más rápido crece en el mundo y que era necesario concienciar a la sociedad para que aprendieran a identificarlos. ¿Qué es lo que pasa cuando no se reciclan debidamente? Seguro que alguna vez se te han colado unos auriculares o algún cable con la basura orgánica. Pues que acaban en un vertedero y que la materia prima tan escasa con la que se han construido no se podrá reutilizar como en un punto limpio.

Los tres inconvenientes de no reciclar debidamente

En declaraciones a la Cadena SER, Vizcaíno nos explica que el hecho de no reciclar correctamente esta basura electrónica, ya sea visible o invisible provoca hasta tres tipos de daño distintos a nuestra sociedad: "El primer daño que provocamos en el momento en el que almacenamos los dispositivos antiguos en casa es que estaremos generando la necesidad de extraerlo de nuevo de la naturaleza cada vez que queramos comprar uno nuevo". Por otro lado, el ambientólogo recuerda que estos materiales se extraen de lugares donde son escasos y donde la mano de obra no está en las mejores condiciones: "Estamos haciendo una incidencia en todo este ámbito". Por último, también estamos contribuyendo a la contaminación del planeta: "Luego está la contaminación. Los cables, los condensadores, las baterías... todo tiene una serie de metales que son escasos y, cuando se acumulan en un mismo sitio generan contaminación".

Lo realmente problemático de esta situación es que estos residuos electrónicos están compuestos por materiales peligrosos como el mercurio, el plomo, el cadmio, el cromo, el arsénico o el antimonio. A todos estos tenemos que añadirle el litio presente en algunos vapeadores, pues pueden provocar graves riesgos de incendio cuando se desecha el dispositivo. Pese a que tenemos bastante claro que los electrodomésticos tienen que acabar en el punto limpio cuando dejemos de utilizarlos, nos surgen muchas dudas con los aparatos electrónicos que tenemos en desuso por casa. Por lo tanto, este tipo de basura se ha convertido en una de las que más quebraderos de cabeza están generando a las principales potencias a nivel global.

Cómo hacer frente al efecto tesoro

El consumo de aparatos electrónicos no deja de crecer y las empresas buscan alternativas para garantizar el desarrollo sostenible. Durante estos últimos años, algunos de los principales fabricantes de telefonía móvil han dejado de incluir el cargador del teléfono móvil en la caja con el objetivo de no crear tantos desechos electrónicos. Desde Apple hasta Samsung, quienes invitan a utilizar el antiguo cargador para no generar más desechos al medioambiente. Mientras tanto, Google ha comenzado a ofrecer hasta ocho años de actualizaciones para sus teléfonos móviles y otras empresas como TP-Link fabrican sus dispositivos con materiales cada vez más sostenibles para que puedan ser reutilizados una vez haya terminado su vida útil.

Tras ser preguntado acerca de nuevas formas de sacar partido de todos estos productos en desuso, José Pérez nos cuenta que en Recyclia están llevando a cabo dos iniciativas para darle una segunda vida a ordenadores, impresoras y demás productos electrónicos. La primera de ellas, en la que colabora junto a la CEOE, consiste en adaptar los equipos de los que se quieren desprender las distintas empresas para entregarlos posteriormente a las ONGs que lo soliciten. La segunda de ellas, consiste en darle una segunda vida a los equipos descatalogados. Hasta hace bien poco, las empresas podrían destruir todo aquel stock sobrante de sus almacenes. Como ahora ya no es posible por ley, desde Recyclia han creado unos canales para que esos equipos acaben en ONGs y puedan utilizarlos para que tengan una segunda vida.

La primera biblioteca de préstamo de España

Además de todas estas iniciativas nacionales e internacionales también podemos encontrar otras de carácter local que combaten la generación de basura electrónica, tal y como nos cuenta Alberto Vizcaíno. Desde hace ya varios años, el CIFP Pico Frentes (Soria) cuenta con una biblioteca de herramientas para que todos los vecinos y vecinas de la localidad puedan acercarse allí y coger prestado una taladradora o cualquier otra herramienta que necesiten y no sea de uso diario. Un proyecto que nacía con tres objetivos. Por un lado promover las habilidades de bricolaje, fabricación y reparación mediante el intercambio de herramientas, por el otro crear oportunidades de aprendizaje y desarrollo y, por último, hacer de Soria una ciudad más sostenible.

A raíz de este tipo de proyectos, Vizcaíno anima, a todas aquellas personas que lean este reportaje o escuchen su entrevista, que se acerquen a su instituto más cercano con los productos electrónicos que ya no utilicen para preguntarles si lo necesitan y puedan así darle una segunda vida. Por lo tanto, todos podemos aportar nuestro granito de arena tanto para combatir el "efecto tesoro" como para garantizar que esta basura electrónica invisible acabe siendo almacenada en el lugar que le corresponde. Una serie de gestos de lo más sencillos que ayudarán a muchas más personas de las que crees.

David Justo

David Justo

(Astrabudua, 1991) Periodista especializado en tecnología y buscador de historias virales e inverosímiles...

 
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