"Han colado el porno en las habitaciones de nuestros hijos"
Se ha asomado a 'La Ventana' Anna Silvia, psicóloga experta en educación sexual, para hablarnos de su libro 'El porno no mola' y sobre cómo la pornografía pone en riesgo la salud sexual de la sociedad
"Han colado el porno en las habitaciones de nuestros hijos"
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A raíz de la declaración de intenciones del Gobierno de cara a limitar el acceso a la pornografía a los menores de edad, en La Ventana hemos conversado con Anna Salvia, una psicóloga especializada en educación y salud sexual, que hace poco publicó un libro llamado 'El porno no mola', donde se propone ayudar a los adolescentes a desarrollar de una manera sana su propia sexualidad a través de los consejos de Ed Sex, un educador sexual que viene del futuro.
La experta ha acudido al programa en un contexto que cada vez es más preocupante: la mitad de los jóvenes españoles de entre 12 y 15 años han consumido porno y, entre estos, 7 de cada 10 lo hacen de manera regular. Salvia no se ha cortado a la hora de concluir que la situación, en efecto, es crítica porque "no nos hemos dado cuenta de que nos han colado el porno en las habitaciones de nuestros hijos".
Así, para ella el origen de este problema ha residido en "la ignorancia" de que hubiera un problema, lo que hizo que como sociedad ni siquiera nos planteáramos los riesgos de que la pornografía empezara a estar más y más presente en internet. Pero para la psicóloga los peligros están más que claros: "Un niño o un adolescente nunca ha visto hacer el amor ni lo ha hecho, así que no tiene dónde comparar". De este modo, esta falta de referencia les induce a entender que "eso que ven es la realidad. Aprenden que el día que tengan que hacer el amor deben hacerlo de esa manera".
Educados en la violencia sexual
El consumo de este tipo de contenido a una edad temprana puede tener también consecuencias en su forma, ya no de pensar sobre el sexo, sino de sentirlo. "Ver porno no es inocuo", ha advertido Salvia, ya que funciona "como un manual de educación sexual". Los más pequeños acaban recibiendo un modelo sobre "cómo tienen que ser los cuerpos, como hay que comportarse si eres un hombre o una mujer". Al final, también modela nuestro propio cerebro para indicarnos qué cosas nos excitan y qué cosas no.
Y es que, por encima de todo, ese manual también "transforma tu imaginario sexual y tu deseo", lo que a la postre es mucho más difícil de detectar. "En los chicos que ya se han educado con el porno online vemos cómo su imaginario sexual está teñido por esa violencia que ven en el porno", ha concluido.
Finalmente, todo este proceso puede acabar condicionando todos los logros conseguidos en materia de igualdad. "Es una frustración muy grande", ha comentado la psicóloga al respecto: "Llevamos desde los setenta esforzándonos un montón hombres y mujeres para tener relaciones equitativas", un trabajo que aún no ha terminado pero que sí ha posibilitado grandes cambios en la relación que tenemos con el sexo. "Y de golpe cuando ya parecía que las cosas iban muy bien se nos ha colado este modelo tan retrógrado, tan sexista, en las habitaciones de nuestros hijos", ha lamentado, subrayando la importancia de cambiar esta dinámica y comenzar a bloquear esta exposición, "como tampoco permitimos que se venda tabaco o el acceso de una discoteca a los menores".
