El éxito del bono de transporte único en Europa: un tipo de billete para autobuses, metro y trenes para todo el país

Desde hace unos meses se están implantando en diferentes países europeos de nuestro entorno el billete único de transportes. Un abono por el que el usuario paga de manera mensual, trimestral o anual una cantidad cerrada, pero que le permite hacer uso de todo el sistema de transporte público del país el número de veces que deseé. En este abono se incluyen también el transporte público urbano, interurbano y la larga distancia. Este tipo de billete total ya existe en la primera economía de Europa: Alemania.

También lo tienen en Austria, que fue el primer país en implantar un billete de este tipo, o en Hungría. Portugal está dando pasos en la misma dirección y Francia está preparando una medida de este tipo para el próximo verano. Es destacable también el caso del pequeño país de Luxemburgo, en el que el transporte público lleva siendo gratuito desde 2020. Vamos a hacer un repaso por los países de nuestro entorno que ya tienen un abono sostenible de este tipo para ver cómo podría implantarse en España.

Austria

Austria fue el primer país europeo en implementar un billete total, lo pusieron en marcha en octubre de 2021 y su nombre es toda una declaración de intenciones, el KlimaTicket. Con este billete se pueden coger prácticamente todos los transportes públicos de Austria. Tiene un precio de 1.095 euros que se pagan de manera anual, es decir, unos 3 euros al día.

El billete está bonificado para jóvenes y jubilados con un precio de 821 euros al año. Este año, el ministerio de transportes austriaco tiene previsto implementar una nueva promoción para los jóvenes que cumplan 18 años. Se les regalará un KlimaTicket que podrán activar en los tres años siguientes a su mayoría de edad. Actualmente, más del 13% de los austriacos está suscrito a esta tarifa plana.

Alemania

El llamado Deutschland-Ticket fue implantado en mayo de 2023. Este billete permite al usuario hacer uso de todos los medios de transportes públicos del país, con una gran excepción: los trenes de alta velocidad y los llamados Intercity. Con este billete es posible moverse por todo el país, incluso cruzarlo de punta a punta, pero usando solo trenes regionales, que son más lentos. El precio de este billete es de 49 euros al mes.

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El gobierno calcula que el coste de esta medida es de aproximadamente 3.000 millones de euros y la factura la comparten al 50% entre el gobierno central y los gobiernos federales de los Lander. Este nuevo programa de tarifa plana, que el ministro de transportes calificó como de histórica, es el sucesor del exitoso billete de 9, una medida temporal que Alemania implementó en el verano de 2022.

Hungría

Es una medida que anunció el propio presidente Viktor Orban en su discurso sobre el estado de la nación el pasado febrero. El billete se hizo realidad en mayo al igual que en Alemania y su precio es de 49 euros al mes, también igual que el alemán. Además, los jóvenes húngaros disponen de una bonificación del 90% del precio del abono.

Con este billete se puede viajar en tren y autobús por todo el país, aunque hay una gran excepción, el billete no es válido en los sistemas de transporte públicos municipales. Es decir, no se puede coger, por ejemplo, los tranvías de Budapest.

Portugal y Francia

El pasado verano Portugal implantó una tarifa plana para viajar en tren en todo el país. El precio de esta tarifa plana ferroviaria es, al igual que en otros países, de 49€ al mes. Con este billete que emite Comboios de Portugal, la agencia ferroviaria portuguesa, se puede viajar por todo el sistema ferroviario portugués con algunas excepciones, por ejemplo, los trenes transfronterizos.

En Francia, se está estudiando implantar una tarifa plana ferroviaria parecida a la portuguesa, que esperan introducir de cara al próximo verano. También, espera que, en el futuro, esta tarifa también cubra otros tipos de transportes públicos.

España

En España, la ONG ecologista Greenpeace, pide que se implante en España un billete similar. Ellos lo llaman el T-Lleva y sugieren que cueste 30 euros al mes y que con él se pueda hacer uso de todos los transportes públicos de nuestro país. Los ecologistas han sacado la calculadora y estiman que costaría unos 2.000 millones de euros al año... algo que se podría financiar, dicen, entre otras cosas.... poniendo una tasa al queroseno de los aviones.

Cristina Arjona es responsable de la campaña de movilidad en Greenpeace España “ahora mismo se están dejando de recaudar unos 5.000 millones de euros al año porque el queroseno, el combustible que usan los aviones, no paga impuestos.

Por tanto, parte de la financiación de este abono único, creemos que debe provenir de una reducción de las subvenciones hacia los medios más contaminantes y hacia los combustibles fósiles, los principales causantes del cambio climático”, comenta Cristina. Greenpeace estima que con la implantación de un abono transporte general de este tipo, el número de pasajeros diarios en el transporte público, podría aumentar un 30%.