Matías Recalt, la revelación argentina de 'La sociedad de la nieve': "Me llevé el duelo de mi padre a la montaña"
El intérprete es candidato al Goya a Mejor actor revelación por su papel en la película de J.A. Bayona dar vida en la montaña a Roberto Canessa, uno de los supervivientes que cruzó la cordillera para pedir ayuda
Tráiler oficial de 'La sociedad de la nieve'
Madrid
Como cualquier adolescente, Matías Recalt (Buenos Aires, 2001), no sabía muy bien qué hacer con su vida. Nunca había soñado ni se había planteado ser actor y eso que, desde lo 15 años, empezó a asistir a clases de teatro. "Yo empecé a actuar porque me iba mal en el colegio y ya no hacía fútbol, que era la actividad que había en el colegio. Y dije bueno, tengo que hacer algo, algo que no sé, que me saque un poco de la rutina del colegio a mi casa. Y empecé a actuar", explica el ahora intérprete y uno de los protagonistas de 'La sociedad de la nieve', la exitosa película de J.A. Bayona sobre el Milagro de Los Andes.
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Lo que empezó como un juego o un pasatiempo más acabó en un set de rodaje por la insistencia de sus colegas. "Me decían che, tenés que hacer publicidad, un casting. Y yo no, no me interesaba nada, hasta que me insistieron para hacer un casting de una película, un compañero, Maxi, y me insistió, me insistió y dije, bueno, voy, y cuando voy, quedo. Y ahí hago mi primera película, 'Ciegos' y me encontré con lo que era un set de rodaje. El primer día que fui al set no sabía cómo moverme, de hecho me crucé en una escena, me putearon y bueno, ahí empecé", bromea sobre sus inicios en los que probó suerte en esta producción y seguía participando en pequeñas obras de teatro. Pero con 17 años la cosa se empezó a poner a seria. "Después hice la serie de Carlos Tévez, que está en Netflix si la quieren ver, y ahí fui sumando experiencia y creo que después de la serie me convencí de que quería ser actor. Ahí dije ah, bueno, me gusta esto, pero siempre lo viví más como un hobby. E incluso ahora, hoy lo veo más como un trabajo, quizás, pero sigue siendo un hobby, lo disfruto de la misma manera. En su momento era como, che, yo estoy acá, no sé, vengo a jugar y bueno y encima gano dinero. O sea, está buenísimo", cuenta con su desparpajo argentino y sin separarse de su mate.
Con este corto currículum le llegó la oportunidad de audicionar para la superproducción del director español. A J.A. Bayona no lo conocía mucho, solo sabía que era el autor de 'Lo imposible', esa película que pasaban cada cierto tiempo en la televisión argentina, pero sí sabía perfectamente qué había pasado en Los Andes. La historia de los supervivientes del avión de la fuerza aérea uruguaya forma parte del imaginario de Latinoamérica. "El proceso de casting fue el más largo que creo que voy a tener en mi vida. Fueron como siete meses en tiempos de pandemia. Los primeros castings eran por zoom. Primero te pasaban una escena donde los nombres de los personajes de la tragedia estaban cambiados. Muchos hicieron un monólogo. A mí me tocó hacer la escena en la que hablamos sobre el debate de la comida y lo preparé con mi profesor de teatro, Ezequiel Sagasti", recuerda de su primer contacto con este proyecto.
"Después de eso pasaron otros dos meses hasta que hubo otra prueba, otra vez por zoom y, así otra prueba, otra prueba, hasta que llegamos al presencial". Ahí, tras algunos contratiempos, cogió finalmente la mochila y se plantó en Montevideo para tener la prueba final con J.A. Bayona. "Fue un casting muy border, ¿viste? Bayona nos llevó ya en el casting a lugares muy extremos porque, claro, él buscaba eso. Él básicamente me dijo, bueno, esto va a ser así, háganse la idea. En el casting, María Laura Berch, la coach actoral, ya nos pedía que estuviésemos agitados. El casting era muy emocional, donde había que mostrar también el cansancio, el peso de la montaña ¿Y cómo actúas eso si nunca lo viviste? Es un estado que jamás lo vamos a saber, lo que es estar perdido en la montaña durante tanto tiempo, con tus amigos muertos alrededor, sin saber dónde estás ubicado en el mapa. Entonces fue muy difícil, pero ya el primer encuentro con Bayona, aparte de que él muy amable en su forma de trabajar, muy profesional, pero sí que nos dio para que tengamos. O sea, olvídate, olvídate. Tierno no fue", aclara.
Finalmente, Matías Recalt entró en el proyecto para interpretar a Roberto Canessa, el superviviente que, junto a su compañero Nando Parrado, emprendió la travesía de 10 días a través de la cordillera para intentar buscar ayuda y pedir auxilio. El actor puede reunirse con él y su entorno para conocer de primera mano cómo vivió aquella experiencia. "Nos juntamos a jugar un partido de tenis y yo me presenté como Canessa ante él y él, la verdad, es un divino. Desde el primer momento creo que todos los sobrevivientes nos abrieron las puertas de una manera muy hermosa. Fueron muy amables. Uno se da cuenta de que tenían muchas ganas de que se volviera a contar esta historia en el cine. Fue muy fácil el encuentro y me propuse hacerle todas las preguntas que le tenía que hacer. No me faltó ninguna, creo", recuerda de ese primer contacto, donde además conoció a su familia y a su mujer, la que era su novia cuando sucedió el accidente. "Canessa se puede definir de un montón de maneras, pero los que lo conocen son los que están al lado de él. Laurita lo conoce antes del accidente y después del accidente. Entonces, bueno, hablé un montón con Laura, y me contó un montón de cosas de cómo era él en ese momento. Yo lo puedo ver a Roberto hoy en día, pero no debe ser el mismo que a los 19 años. Y así fui armando el personaje. Después tuvimos una reunión con todos los sobrevivientes y fue muy interesante porque ahí vi a Canessa cómo se comportaba con el grupo. Entonces eso fue muy interesante también, ir recolectando la información de lo que me contó él, lo del libro, lo de Laurita y después verlo a él en el grupo me ayudó a la composición. Fue muy interesante, la verdad".
‘La sociedad de la nieve’, la inmersión épica e íntima de J.A. Bayona
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Hecho el trabajo de campo con el personaje, Recalt afrontó el reto de viajar a España y prepararse para un rodaje tan largo y exigente. Pero antes de eso tuvo que hacer frente a su propia tragedia. "Llegué en un momento muy difícil a la peli, en un duelo. Falleció mi padre dos meses antes, en pleno proceso de casting, entonces vos imagínate que fallece tu padre y la película pasa a un tercer plano. Casi ni me importaba, digamos, porque estaba todo puesto ahí. Pero bueno, una de las cosas que tiene Canessa, que él me dijo, yo en la montaña nunca me quebré. Y mi forma de no quebrarme era no dejarme atravesar por mis pensamientos. Llegaba la noche y él no se ponía a pensar, él seguía a sus cosas. Y un poco yo para hacer la película tuve que hacer medio lo mismo. Tuve que decir, no es el momento de esto. Vamos a hacer el duelo a la montaña, pero tengo que guardar muchas cosas de mis sentimientos abajo de la alfombra para poder hacer esta película, porque era un viaje muy largo. Las muertes, los duelos, son agotadores emocionalmente, físicamente también. Entonces creo que un poco en común tenemos eso de que, bueno, en estos momentos tan duros elegimos guardar abajo de la alfombra y seguir para adelante para poder afrontar la situación de la mejor manera, ¿no?", explica emocionado de todo el proceso, un compromiso que J.A. Bayona le ha agradecido públicamente.
Era su primer viaje solo. Ahora tiene 22 años pero cuando empezaron a rodar tenía 20, como muchos de sus compañeros que hicieron piña durante los cinco meses que estuvieron en Sierra Nevada. Ellos formaron también su propia 'sociedad de la nieve', unidos por el rodaje, el trabajo, el frío y, por supuesto, el hambre. "He tenido una semana de ver reels en Instagram de hamburguesas triple cheddar con bacon y decía, no, no, basta. La verdad que fue terrible porque para adelgazar antes tuvimos dos meses para engordar. Yo en mi caso ya soy flaco, me verán, entonces me cuesta más engordar que adelgazar, pero ambas dos fueron muy duras. Engordar fue durísimo porque había que comer. O sea, la gente va a decir, vale, pero engordar está buenísimo. Te apuesto que si ya comiste bien, cuando estás lleno de la panza y te dicen cómete este otro plato, no lo querés comer. Y fue muy duro el engordar. A mí engordar me costó muchísimo. Y después adelgazar también fue muy duro, porque sobre todo era rodar tantas horas, filmar tantas horas y después volver al hotel y decir, che me quiero comer unas albóndigas con arroz, viste, y no podés y no podés. Y había que tomar sopa o en mi caso a veces no comía nada y me iba a la habitación. Fue bastante duro pero al mismo tiempo creo que ayudó mucho a los personajes", recuerda.
Todo ese trabajo ha sido reconocido con la nominación al Goya mejor actor revelación. Es el único intérprete de la cinta de J.A. Bayona candidato en los premios del cine español. "Estoy muy contento y orgulloso. Me di cuenta de que todavía soy joven y me falta un montón por aprender, por adquirir herramientas que no tengo. Pero me di cuenta de que es algo que disfruto mucho. A mí me gusta actuar. Y ahora es el momento de disfrutar, de estar bien vestido, de oler bien. Ya no estamos en la montaña con hambre. Entonces es un momento muy lindo", concluye.
En rodaje | 'La sociedad de la nieve', un recorrido sonoro por la película de J.A. Bayona
27:47
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