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El Supremo de Estados Unidos da luz verde a la primera ejecución por asfixia con nitrógeno de un preso en Alabama

La ejecución por asfixia con este gas es un método nunca antes probado y el preso considera que se le está utilizando como "conejillo de indias"

Imagen de archivo de un preso en la cárcel de Alabama. / Andrew Lichtenstein

Madrid

El estado de Alabama se prepara para la primera ejecución con gas nitrógeno en Estados Unidos, programada para este jueves, pese a las fuertes críticas internacionales. También estaba pendiente una batalla legal con el preso, que alegaba que está siendo utilizado como conejillo de indias. Sin embargo, la Corte Suprema de EEUU ha rechazado este miércoles sus alegaciones.

Los jueces negaron la solicitud de Smith de suspender su ejecución -programada para este jueves- y se negaron a escuchar su impugnación legal que sostenía que un segundo intento de ejecución por parte de Alabama -después de que el primer intento fallido le causó un trauma severo- violaría las protecciones de la Octava Enmienda de la Constitución de Estados Unidos contra actos crueles y castigo inusual.

Alabama pretende ejecutar a Kenneth Eugene Smith, de 58 años, que fue condenado a muerte hace más de tres décadas por haber asesinado a una mujer a cambio de dinero en 1988. La ejecución está programada a partir de las 18.00 hora local (00.00 del viernes GMT).

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La ejecución por asfixia con gas nitrógeno es un método nunca antes probado. A medida que la fecha se acerca han ido aumentando las voces a nivel internacional que reclaman a las autoridades estadounidenses que intervengan antes de que sea demasiado tarde. La alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Ravina Shamdasani, ha dicho estar "seriamente preocupada" por el nuevo método y ha pedido al estado de Alabama "que detenga la ejecución de Smith (...) y que se abstenga de llevar a cabo otras ejecuciones de este tipo".

"Podría ser extremadamente doloroso"

Amnistía Internacional, por su parte, ha advertido de que "este nuevo método no probado podría ser extremadamente doloroso" para el preso, "violando así los tratados internacionales de derechos humanos que Estados Unidos ha ratificado". El estado de Alabama, que lleva años trabajando en un protocolo para matar con esta nueva técnica de asfixia por nitrógeno, ha defendido ante los tribunales que se trata "del método de ejecución más indoloro y humano conocido por el hombre".

A los reos se les pondrá una mascarilla que sustituirá el oxígeno por el gas nitrógeno, en teoría causando la muerte en pocos minutos. Pero ese argumento no convence a la defensa de Smith, que después de que la semana pasada un juez federal diese luz verde a la ejecución presentó recursos ante el Tribunal de Apelaciones del Undécimo Circuito y ante el Supremo alegando que su cliente es un conejillo de indias.

Estos recursos siguen pendientes a 48 horas de la ejecución. En casos de ejecuciones es habitual que los magistrados no fallen en un sentido u otro hasta el último minuto o incluso después de la hora prevista de ejecución, añadiendo aún más dramatismo a todo el proceso.

Primer estado en desarrollar una alternativa a las inyecciones letales

Alabama es el primer estado que desarrolla una alternativa a las inyecciones letales -el método mayoritario en las últimas décadas- ante la dificultad que les ha supuesto en los últimos años adquirir los fármacos por la negativa de las farmacéuticas a que sean usados con este propósito. Además, las complicaciones surgidas en varias ejecuciones -algunas en Alabama- han hecho que se cuestione el método por inhumano y que haya sido objeto de disputas legales durante años.

Smith está en el corredor de la muerte por haber asesinado en 1988 a una mujer, Elizabeth Sennett, por encargo de su marido, Charles Sennett, que pretendía cobrar una indemnización. Smith y un cómplice, John Forrest Parker, recibieron 1.000 dólares cada uno. Sennett se suicidó una semana después del asesinato, cuando se dio cuenta de que las autoridades le consideraban sospechoso, mientras que Parker también fue condenado a muerte y fue ejecutado en 2010 con una inyección letal.

Alabama intentó ejecutar a Smith en noviembre de 2022, pero el verdugo fue incapaz de introducirle las vías intravenosas. Como parte de un acuerdo posterior, Alabama se comprometió a no volver a intentar matar a Smith con inyección letal.