La sonda de Japón aterriza con la mayor precisión en la Luna, pero en mala posición por un fallo de motor
Una de cal y otra de arena. La sonda japonesa SLIM ha realizado el aterrizaje más preciso de la historia en otro cuerpo celeste, porque ha logrado alunizar a tan solo 55 metros de su objetivo. Sin embargo, en esta complicada operación, uno de sus dos motores falló y este módulo de aterrizaje se ha depositado sobre el suelo lunar en una posición incorrecta (sobre uno de sus lados) y esto impide que sus paneles solares se hayan orientado, de forma correcta, hacia el sol.
Una semana después del primer aterrizaje de Japón en la Luna, su Agencia Espacial todavía espera que las células solares de su primera sonda lunar puedan captar energía, porque las baterías han perdido ya el 90% de sus reservas.
Eso sí, Japón es ya el quinto país del mundo que consigue aterrizar en la superficie de nuestro satélite, tras lograr posarse a unos 55 metros de su objetivo, según ha confirmado la Agencia Aeroespacial japonesa (JAXA).
La SLIM (que son las siglas en inglés de “Módulo de aterrizaje inteligente para investigar la Luna”) aterrizó en el satélite natural de la Tierra el pasado día 20 de enero.
Alunizaje con fallo
Los nuevos datos ofrecidos por el director general de JAXA, Hitoshi Kuninaka, demuestran que “el descenso fue accidentado, porque perdió uno de sus dos motores”.
Pero, a pesar de ello, la primera sonda lunar nipona logró establecer comunicación con la Tierra nada más alunizar, aunque luego fue incapaz de generar energía a partir de sus células solares "debido a que sus paneles quedaron erróneamente orientados al oeste”, según ha explicado Kuninaka en una rueda de prensa.
Para evitar el fracaso de su misión, el centro de control ordenó a SLIM que apagara todos sus equipos, con la intención de guardar un porcentaje de batería suficiente para poder reactivarse más tarde.
Ahora, según JAXA, todo depende de si la luz del Sol llega o no a los paneles solares antes del 1 de febrero, cuando se produzca la próxima puesta de Sol en esta zona de la Luna donde ha aterrizado esta sonda.
Hay que esperar
Por lo tanto, para la Agencia Espacial japonesa, todavía existe la posibilidad de que se pueda restablecer el suministro de energía y este módulo pueda volver a estar operativo.
De no haber fallado uno de sus dos motores, la SLIM podría haber ejecutado un aterrizaje mucho más preciso, es decir, posarse en un radio de unos 10 metros del objetivo, "posiblemente entre 3 y 4 metros", confirmó el responsable del proyecto, Shinichiro Sakai.
Tras perder en torno a la mitad de su potencia por el problema con un motor, el programa informático que gestiona la sonda decidió continuar de forma autónoma y completó el descenso con el otro motor.
Los robots, bien
JAXA también ha confirmado el desprendimiento exitoso de los dos pequeños robots que viajaban a bordo del módulo SLIM, aunque a menos altura de lo previsto.
"Los movimientos de LEV-1 y LEV-2 están confirmados, por lo que sus funciones han sido comprobadas. Una vez SLIM vuelva a operar nuevamente, su investigación podrá continuar y esperamos obtener más resultados científicos", añadió Sakai.
El objetivo principal de SLIM era realizar el primer aterrizaje de precisión en la Luna, que se estaba establecido en un radio de 100 metros alrededor del cráter Shioli, que está situado cerca del ecuador lunar.
Esta precisión sí se ha conseguido y es la primera vez que se logra en la Luna, ya que hasta ahora los alunizajes han tenido un margen de error de varios kilómetros.
Mientras tanto, la segunda misión del SLIM es investigar la composición de las rocas que se encuentre en esta región de la Luna, pero ahora todo depende de si sus paneles solares, orientados de forma incorrecta hacia el oeste, pueden o no suministrar la energía necesaria para poder recargar sus baterías.
Javier Gregori
Periodista especializado en ciencia y medio ambiente. Desde 1989 trabaja en los Servicios Informativos...