Dentro de un colegio con protocolo anti suicidio: "La mejor manera de detección es a través de los compañeros"

Madrid

Desde el pasado 2023, el suicidio es ya la primera causa de muerte entre los jóvenes de España. Así lo demuestra un informe publicado por la Universidad Complutense de Madrid, que recoge datos del Instituto Nacional de Estadística de España, en los que se expone que la cifra de suicidios se ha incrementado un 32% entre 2019 y 2021. Una realidad a la que ese mismo año, en 2021, el Gobierno trató de hacer frente implantando en todos los colegios del país los conocidos como protocolos anti suicidio.

Esta serie de medidas, que varía según la comunidad autónoma, pretende detectar y tratar casos de posibles suicidios en uno de los espacios en los que los adolescentes pasan más tiempo: los centros educativos. En uno de ellos, el colegio JOYFE de Madrid, el protocolo lo desarrolla el departamento de orientación. Jaime Guijarro, su jefe, aclara que el primer paso a llevar a cabo es la detección de los casos, en el que la figura de los propios compañeros de clase es clave. "La mayoría de las veces que llega a los departamentos de orientación un caso de posible suicidio es a través de compañeros", explica. "La mejor manera de detección de acoso o de prevención de suicidio es a través de los propios alumnos".

Hacer partícipes a los compañeros de clase de una realidad que puede estar ocurriendo muy cerca de ellos es necesario para crear conciencia y, al mismo tiempo, para poner en marcha la segunda fase: el acompañamiento de la víctima. "Todo consiste en que esa persona esté siempre acompañada. Cada vez que la persona (con conductas suicidas) tiene que salir de un aula para ir al baño tiene que ir con lo que nosotros llamamos guardianes", afirma Guijarro.

Aunque desde el departamento de orientación del colegio JOYFE insisten en que el centro educativo no es la solución, sí consideran que toda la comunidad educativa tiene un papel clave en la gestión y prevención de un posible caso de suicidio en un alumno. "El otro día, tomando un café en la cafetería del centro, una de las mujeres que trabaja ahí me decía: "Jaime, llevo unos días viendo a un niño que está solo en el patio", señala. "Esa es la verdadera salvaguardia que hay en el colegio: cualquiera que sea capaz de decirte que hay un problema ahí".

La importancia del protocolo reflejada en los intentos de suicidio

A pesar de que el protocolo es obligatorio en todos los colegios de España desde el 2021, el suicidio lleva siendo una de las principales causas de muerte entre los adolescentes desde años atrás. Es el caso de Abel, que cuando cursaba 3º de la ESO intentó quitarse la vida después del acoso escolar sufrido por su orientación sexual. "Llegó un punto en el que no quería seguir viviendo así", explica. "Con 16 años hubo un día en el que no podía más e intenté quitarme la vida. Fue bastante duro en aquel momento".

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Por aquel entonces su colegio no contaba con un protocolo específico para la prevención de suicidios. "No sé si habría cambiado algo, pero sí que habría ayudado a que las personas que sufren ese acoso viesen, que tienen algo de apoyo por parte de los docentes o del centro", cuenta Abel. "Probablemente, habría sido una situación diferente".

En España, las muertes de jóvenes por suicidio han crecido casi un 8% en un solo año, convirtiéndose así en la primera causa de muerte por delante de los tumores y accidentes de tráfico. En 2022, además, 75 adolescentes con edades comprendidas entre los 15 y los 19 años se quitaron la vida, un 41,5% más que en 2021, según datos del Instituto Nacional de Estadística.