Los antepasados del limón y la naranja: un linaje de más de 500 cítricos
De 'La naranja mecánica' a la colección de la Fundación Todolí Citrus: un recorrido histórico de los cítricos en el cine
Los antepasados de la naranja y el limón
Palmera (Valencia)
Las tatarabuelas de las naranjas llegaron a Europa a través de Portugal en el siglo XVII. Hasta ese momento su papel era casi exclusivamente ornamental y su tamaño inferior a la mitad de las recién llegadas, más jugosas y dulces. El cine histórico nunca ha podido reflejar adecuadamente a los cítricos clásicos o medievales, pero si los ha tenido presentes. La naranja mecánica lo hizo de manera simbólica, provocando una reacción en España que superó cualquier ámbito cinematográfico; El Padrino las empleó de una manera más mortífera; y Atlantic City consiguió concentrar los minutos de sensualidad cítrica más memorables.
Vicente Todolí, una de las personas más influyentes del arte moderno, lleva unos años implicado en su propia Fundación Todolí Citrus en la localidad de Palmera en Valencia, un espacio privado con más de 500 variedades de cítricos. Si hay algo parecido al activismo cítrico es la labor de recuperar a los progenitores de la naranja, el limón o el pomelo común. Óscar Olivares, uno de los responsables de la preservación en la fundación, apunta que han conseguido recuperar especies de cidros y pumelos, y cultivar otras como "el caviar cítrico, bolitas que en la boca dan un quick muy concentrado y puro de sabor". Lo que pone solución a los baños de limón que vemos en algunos platos. Vicente Todolí destaca que "gracias a la iniciativa se ha parado un proyecto urbanístico que hubiera acabado con la zona de naranjos".
Las naranjas se transformaron en icono de España cuando representaron a los mundiales de futbol de 1982, más de dos siglos después de que una epidemia matara a los gusanos que habían convertido a Valencia en el final exitoso de la ruta de la seda que alcanzó Europa, y se inició la sustitución masiva de moreras por la de naranjos. Hacia 1850 comenzó la exportación, envolviéndose cada pieza de fruta en el bautizado como papel de seda, con dibujos alegóricos que unían dos aspectos de su identidad, naranja y seda. En estos momentos la naranja ocupa el cuarto lugar en la producción mundial de frutos tras los plátanos, la sandía y la manzana.