El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha defendido que la ley de amnistía «demuestra los principios y los valores» de la Constitución y que su aprobación «merecerá la pena para la sociedad catalana y española». «Es un paso trascendente de la democracia española», ha afirmado en una entrevista que este domingo publica La Vanguardia, y una vía para «superar, desde la política, crisis políticas» como la catalana. El jefe del Ejecutivo se ha mostrado convencido de que «los indultos, la reforma del Código Penal y la amnistía son pasos en una línea coherente», si bien ha admitido haber «cambiado de posición» sobre la ley que llegará el martes al pleno del Congreso. De hecho, coincidiendo con la concentración que este domingo llevará a cabo el PP en Madrid contra esta norma, ha augurado que «cuando se vean los efectos beneficiosos de la amnistía, muchos de los políticos que hoy se manifiestan en las calles de España harán bueno el dicho de si te he visto, no me acuerdo». Sánchez ha señalado que «el esfuerzo por normalizar la situación en Cataluña hace que nuestra democracia sea más fuerte al incorporar a Junts o a ERC a contribuir de forma constructiva a la gobernabilidad del país». También ha afirmado que se reunirá «no una vez, sino más» con el expresidente catalán y ahora eurodiputado, Carles Puigdemont, y con quien fuera su vicepresidente y actual presidente de ERC, Oriol Junqueras, una vez aprobada la ley. Este será «un acto consecuente y coherente». Preguntado sobre el último auto del juez Manuel García-Castellón, ha dicho que no le corresponde valorar «investigaciones sub iudice», si bien sí ha añadido: «Es verdad que el independentismo utilizó estrategias reprobables, pero creo que eso no es terrorismo». «La democracia española, afortunadamente, hace 13 años que venció al terrorismo. Eso nada tiene que ver con una ley de amnistía que pretende superar las consecuencias judiciales de un error que cometieron quienes gobernaban en la Generalitat y en el Gobierno de España», ha agregado. También se ha referido a la denominada «Operación Cataluña», una «guerra sucia» contra el independentismo durante el gobierno popular de Mariano Rajoy ante la que el actual líder de ese partido, Alberto Núñez Feijóo, responde, a su juicio, con un «silencio estruendoso», lo que, según Sánchez, demuestra su «falta de autonomía» y que «si estuvieran en el gobierno, volverían a hacerlo». Al tiempo, ha arremetido contra una «fachosfera» que se dedica a «polarizar, insultar y generar una desconfianza con un fin claro», lo que ha atribuido a que «la derecha tiene un naufragio de ideas. Están parasitados por la ultraderecha». Desde Junts, su presidenta, Laura Borràs, ha afirmado que trabajan para proteger la amnistía de «las injerencias de poder judicial». «No son una sospecha, son una realidad», ha afirmado. Borràs ha advertido que definir a España como «una democracia consolidada» «es más un eslogan que una realidad. »El enemigo público de la democracia española son los comportamientos de las cloacas que están acompañados de las injerencias del poder judicial, ha dicho.