"Apostábamos quién se iba a morir primero": los supervivientes de 'La sociedad de la nieve' hablan sobre el humor negro durante la tragedia

Madrid

¿Había momentos para el humor durante la tragedia de los Andes? La Sexta ha emitido este domingo un programa especial de Lo de Évole acerca del accidente del Vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya contra la cordillera de los Andes en 1972. Tras el éxito de La sociedad de la nieve, película dirigida por J.A. Bayona que ha sido nominada recientemente a dos Premios Oscar, el comunicador ha viajado hasta Uruguay para entrevistar a los primos Daniel, Eduardo y Fito Strauch, tres de los supervivientes de este suceso que vuelve a estar en boca de todos décadas más tarde gracias a la película. Una entrevista en la que hemos descubierto detalles hasta ahora inéditos acerca de lo que pasó en la alta montaña durante estos 72 días que estuvieron atrapados.

En un momento dado del programa, Jordi Évole le ha preguntado a sus invitados si imperó el silencio durante aquellos 72 días o si por el contario había un rumor constante como consecuencia de las numerosas charlas que mantuvieron en el avión. Bajo su punto de vista se hablaba muy poco: "Vamos a ser claros, era como vivir en un cementerio. En el cementerio no te da para hacer muchos chistes. Se te escapaba alguno cuando salías de la realidad, pero la realidad era que estábamos en un cementerio y que estaban todos los muertos ahí".

"El humor era apostar quién iba a morir primero"

Mientras tanto, los supervivientes de la tragedia estaban muertos de hambre y lo pasaban realmente mal por numerosos motivos: "Teníamos hambre y extrañábamos muchos a nuestras familias. La angustia de no poder avisar a mi madre de que estaba vivo era muy grande. A medida que pasaban los días no dejaba de pensar en que era un día más que estaba sufriendo mi madre por mi muerte. Sufríamos una auténtica angustia al no poder comunicar que estábamos vivos".

Después de hablar acerca de esta situación tan complicada, Jordi Évole si ha preguntado si hubo momentos para el humor durante los 72 días que estuvieron atrapados en los Andes. Y lo cierto es que sí que los hubo, tal y como recuerda Eduardo Strauch: "Era necesario. El humor era apostar quién iba a morir primero". A continuación, Daniel Strauch reconoce que ese fue uno de los pocos motivos que les hacían reír un poco: "Estábamos todos muertos de la risa diciendo que no íbamos a ser los siguientes. Era una necesidad de encontrar un motivo para reírse".

"El humor era necesario"

Durante aquellas apuestas, los supervivientes justificaban por qué iba a morir un compañero antes que el resto: "Le decíamos que estaba débil o mal comido. También que no tenía fuerza ni tan siquiera para pensar en sexo". Pero, tal y como recuerdan todos ellos, nadie tenía fuerza para hacerlo: "Sin comida ni sin sexo, es una vida de mierda".

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De hecho, recuerdan como ni tan siquiera se llegaron a masturbar durante aquellos 72 días con el objetivo de preservar todas las energías posibles. De esta manera, el humor se convirtió en la única herramienta que tenían para salir adelante: "El sexo desapareció y la comida también, así que el humor era necesario".