Manuel Jabois, sobre el cartel de la Semana Santa de Sevilla: "Esos homófobos desquiciados porque el hijo de Dios está bueno"

Madrid

Dijo una mujer en la tele que le parecía demasiado resucitado. Esos homófobos desquiciados porque el Hijo de Dios está bueno, no puede ser bello el Hijo de Dios. Imagínate los hijos de los demás como tenemos que estar. En fin, me parece fascinante toda esta polémica. Es cierto que sí, que entre los críticos hay un montón de homófobos que no saben qué les pasa, se turban, piden explicaciones porque al ver el cartel, en fin, les ocurre algo en el cuerpo, quieren dimisiones. Mira, no hay nada más simpático que un homófobo delante de la belleza masculina, nada más simpática que esa inseguridad, como si les fuese a pasar algo. No pasa absolutamente nada.

La belleza trasciende sexualidades, pero es mucho más fácil que trascienda esa sexualidad la belleza femenina que la belleza masculina. Eso para algunos siempre ha sido más sospechoso. Un amigo heterosexual me contaba que se pasaba la película 'Dos hombres y un destino', debatiendo íntimamente si era más guapo Robert Redford o Paul Newman. Y cuando le preguntaba a su padre, el padre le respondía muy incómodo "buenos actores los dos". No quería hablar de eso. Y no era un hombre homófobo. Era un hombre con precauciones socioculturales, supongo. Así que ahora este país nos regala la escena de los homófobos españoles debatiendo sobre la belleza de un hombre, si es mucha o poca, si es conveniente o no, ¿les molestará menos un adefesio? ¿Alguien más hombre? ¿Pero qué es ser más hombre? ¿A esto nos referimos cuando decimos que nos gustaría alguien muerto de tres días? En fin, hay demasiadas preguntas, querido Aimar.