Francino, sobre el "terrorismo" y el procés: "¿De verdad alguien puede tomarse esto en serio?"

Madrid

Cuando le das vueltas y más vueltas al mismo tema, corres el riesgo de acabar mareado, de marear a los demás, de perder la perspectiva e incluso de que se corrompan las ideas, que se acaben pudriendo. Y eso puede ocurrir, por inercia, por negligencia… o por mala baba, por intereses espúreos. Yo no sé, por ejemplo, bueno, sí lo sé, cómo se ha terminado conectando el 'procés' con el terrorismo. Que es en lo que estamos hoy, justo cuando se está debatiendo en el Congreso la controvertida ley de amnistía.

Vamos a ver, lo que ocurrió en Cataluña en aquellos meses infaustos de 2017 puede definirse de muchas maneras. Hay quien lo llama golpe de estado, yo no estoy para nada de acuerdo con eso, pero hay quien lo considera así. Pero se puede catalogar, más allá de los delitos que apreció el Tribunbal Supremo, como un desafío constitucional, una vulneración de la ley, un intento de quebrantar la unidad territorial de españa, hubo además graves alteraciones de orden público, una respuesta policial, a mi juicio, absolutamente desproporcionada en el simulacro de referéndum del 1 de octubre, luego más protestas, protestas violentas, tras la sentencia que condenaba a los líderes el 'procés', hostigamiento a los policías desplegados en Cataluña, o sea, pasaron cosas muy graves, muy serias, pero… ¿terrorismo? ¿de verdad alguien puede tomarse esto en serio en un país en el que, por desgracia, convivimos durante medio siglo con una banda que sí era terrorista; un país que dentro de poco recordará el vigésimo aniversario del 11-M?

Igual la respuesta está en algo que hoy cita David Trueba en un artículo en 'El País': en el cinismo que se ha instalado en la polìtica española, un cinismo –escribe Trueba- "que impide la contemplación equilibrada, pues a la pregunta de si hoy hace sol responde: qué más da, si todos vamos a morir". La amnistía que impulsa el gobierno, y que aún no sabemos si verá la luz, tiene una pega evidente: que ha surgido por conveniencias políticas y que encima los posibles beneficiarios pretenden dictar hasta la última coma del texto. Eso es así. Lo que pasa es que no estaría mal tampoco pensar que esa misma amnistía tal vez sirviera para cerrar una página que como siga abierta en los términos actuales va a seguir provocando más y más complicaciones. Y en cualquier caso, se puede estar de acuerdo con un planteamiento o con el contrario, pero haber metido el terrorismo en la ecuación, por vía polìtica, por vía mediática, por vía judicial, por lo que sea, nos empuja a que la falta de acuerdo en los grandes temas de país se convierta en una cadena perpetua. Y eso, aunque algunos parecen ignorarlo, no sería bueno para nadie.