Nemo sabe leer para ahuyentar a sus rivales
Un estudio científico afirma que los peces payaso son territoriales y "saben contar" los patrones de rayas de las especies para diferenciarlos
Madrid
Un estudio publicado en la revista de biología experimental y que firma un grupo de científicos japoneses nos aleja de la imagen idílica de las películas de Pixar sobre los conocidos como peces payaso, los Amphiprion ocellaris. En la ficción animada, "Nemo" y su familia eran peces pacíficos y tranquilos. La realidad es que son muy territoriales y defienden su hogar, generalmente una anémona, atacando a los que consideran intrusos o rivales.
La clave de este estudio es entender por qué lo hacen, por qué atacan a peces de su propia especie cuando se acercan y, sin embargo, les gusta cohabitar en la anémona con peces de otras especies. ¿Cómo los identifican? Según Kina Hayashi, del Instituto de Ciencia y Tecnología de Okinawa, en Japón, los peces payaso "saben contar" los patrones de rayas de las distintas especies y diferenciarlos.
El experimento
Para averiguarlo, los científicos criaron un banco de jóvenes peces payaso aislados para asegurarse de que estos individuos "nunca se hubieran visto con otros ejemplares de peces que viven habitualmente en las anémonas".
Cuando los jóvenes tenían más o menos 6 meses de edad, filmaron sus reacciones al encontrarse con otros. Se grabaron encuentros con pez anémona de Clarke (A. clarkii), pez payaso zorrillo naranja (A. sandaracinos) y pez payaso silla de montar (A. polymnus) pero también les juntaron, por primera vez en su vida, con peces de su propia especie.
Según el estudio, en el 80% de los encuentros con sus propios congéneres, les atacaban. Al resto de potenciales intrusos se lo pusieron más fácil: el pez payaso zorrillo naranja, pudo pasar tranquilamente. Los otros solo fueron levemente intimidados.
¿Cómo distinguían los peces payaso entre los miembros de su propia especie y los de otras?
Para entenderlo, el equipo aisló pequeños cardúmenes de solo tres peces payaso en tanques individuales y luego filmó sus reacciones cuando les mostraban una especie de "juguete" con forma de pez. Primero les enseñaron uno naranja, luego uno con una raya, luego otro con dos, y por último uno con tres.
En el experimento el joven pez payaso reaccionó de forma muy diferente a cada modelo. Al modelo naranja liso no le atacó. Es similar a la falta de interés que habían mostrado en el pez payaso zorrillo naranja. Al modelo de una sola barra, lo "mordisqueaban y perseguían" pero solo en algunas ocasiones. Ocurría algo similar con el modelo de 2 barras.
El hecho significativo se produjo sobre los modelos de dos y tres rayas. Ahí si que incrementaron de forma muy clara la presión. Los científicos dicen que "no les gusta compartir espacio con peces de tres barras blancas que se parecen a ellos".
El autor principal del estudio sugiere que la aversión del pez payaso a los peces con dos barras podría estar relacionada con su desarrollo. El pez payaso adulto tiene unos colores muy característicos: naranja y negro y 3 bandas blancas. Pero esas bandas blancas no las tienen siempre. Les crecen durante la vida y les identifican como individuos adultos. Al principio nacen con 1, les aparece la segunda a los 11 días de vida y la tercera, aproximadamente tres días después.
Esas bandas son, dicen los científicos, "la señal de alarma para el defensor" de la anémona porque les ven como competidores a los que hay que ahuyentar. Este mecanismo les permite defender su morada de los intrusos que podrían intentar desalojarlos, "mientras prestan menos atención a los peces de otras especies que tienen poco interés en establecerse en su residencia de anémonas".
Javier Ruiz Martínez
Redactor de temas de sociedad, ciencia e innovación...