Los botones
"En vez de huellas dactilares, sus huellas del crimen son huellas digitales. Aún pueden seguirse. Ahora, en los escaños, han puesto pantallas electrónicas. Todo son pantallas, hoy día. Cuanta más transparencia se espera, más pantallas se ponen"
La píldora de Andújar | Los botones
02:53
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
<iframe src="https://cadenaser.com/embed/audio/460/1706947761739/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>
Barcelona
Lo mismo que en física moderna tienen los fotones, en la democracia hemos tenido los botones. El botón no es un tipo de voto, pues uno va con be y el otro va con uve. Me refiero a los botones, con be, que había en el Congreso de los Diputados, y que se usaban para votar, con uve. Vaya lío, por eso se equivocaban tanto cuando votaban. Con las recientes obras del hemiciclo, han quitado los botones. Ahora ya todo es digital. En tiempos del extinto, el método digital también conoció grandes momentos. Entonces, iba todo a dedo. En vez de huellas dactilares, sus huellas del crimen son huellas digitales. Aún pueden seguirse. Ahora, en los escaños, han puesto pantallas electrónicas. Todo son pantallas, hoy día. Cuanta más transparencia se espera, más pantallas se ponen. Ya lo dijo Pink Floyd cuando sacó el disco del Muro. Una pantalla es un muro invisible, un muro de paisano. A veces, ambas palabras coinciden, y la gente mira sus muros en las pantallas. Mi madre guardaba muchos botones diferentes en cajitas de cartón. De mi abuelo, que había tocado el clarinete en la banda del pueblo, conservaba algunos botones de su uniforme de músico. Es de lo poco que le quedó de su padre. Yo tengo uno y, ahora, lo estoy mirando, como el niño miraba la luna en el Romancero gitano. Es de metal, el botón, de color dorado, y lleva grabada una lira. Aún reluce. Cuando murió mi abuelo, al poco de acabar la guerra, sus compañeros de la banda no se atrevieron a ir a tocar a su entierro, porque había sido rojo. Socialista. Y si embargo, le correspondía que tocaran, como siempre se había hecho con los músicos. Hoy, cada vez que toco un botón, me acuerdo de que mi abuelo también tocaba. Y por eso voto, con uve, con botones que van con be. Para no perder el hilo.