La Hora Extra
Ocio y cultura

Bernardas, Yermas, Adelas y Regentas: la maternidad frente a las cadenas de la moral

La maternidad no es un derecho, es un deseo. A veces se cumple, otras no o no como lo esperábamos. Ana Wagener y Ana Gabarain protagonizan 'La casa de Bernarda Alba'. María Goiricelaya nos trae 'Yerma'. Eduardo Galán y Helena Pimenta 'La Regenta'. Txani Rodríguez 'La seca'. La búsqueda de algo mejor, a través de diferentes aproximaciones al deseo femenino

Bernardas, Yermas, Adelas y Regentas: la maternidad frente a las cadenas de la moral

Cuida a tu madre es lo nuevo de Club del Río con el que abrimos este episodio de La Hora Extra de maternidades. Inspirados en “Teach your children” de Crosby, Stills, Nash & Young, a la banda madrileña le surgió la idea de hacer una canción con una intención parecida, pero desde el punto de vista de los hijos. Cuida a tu madre es una reivindicación generacional que demanda el cuidado de los que nos preceden y la necesidad de mirarlos a los ojos con actitud de iguales.

Hablamos de materinidad, de las que son madres, víctimas del patriarcado y verdugos de sus hijas. De las que anhelan ser madres y no pueden serlo. De las que sin serlo, se ven haciendo de madres de sus madres. Todas buscando algo mejor. Qué diferente se ve la vida cuando tenemos que cuidar a nuestros padres y madres.

Nuria, la hija que hace de madre

A la protagonista de nuestra primera historia le produce ansiedad. Se titula La seca y es la última novela de Txani Rodríguez, publicada por Seix Barral. La periodista y escritora nos habla de maternidad y de soledad con el paisaje de fondo de un pueblo andaluz en búsqueda de su propia supervivencia.

Portada de 'La seca' de Txani Rodríguez edita Seix Barral

Portada de 'La seca' de Txani Rodríguez edita Seix Barral

La seca está ambientada en Cádiz, en el Parque Natural de los Alcornocales, de donde es parte de su familia. La novela cuenta el verano transformador que vive Nuria, la protagonista, una mujer de unos 40 años que ha estado cuidando a su madre enferma durante los últimos meses y con la que va a pasar unas vacaciones. La maternidad es uno de los pilares de la novela, la relación de Nuria con su madre, una relación de acompañamiento, de dependencia, pero también de tedio. Una madre y una hija que no saben relacionarse y que viven en una atmósfera opresora. La novela indaga en esta relación insana y en el cambio de roles que viven las dos mujeres, temas que conectan con el otro gran asunto de la historia, la soledad que vive la protagonista y también la propia autora.

Bernarda y Adela, madre e hija bajo el patriarcado

Seguimos abordando las relaciones maternofiliales en La casa de Bernarda Alba, de Federico García Lorca. El director del Centro Dramático Nacional, Alfredo Sanzol, estrena esta semana un montaje del conocido texto en el Teatro María Guerrero. La casa de Bernarda Alba podría contarse desde la postura de Bernarda como la historia de una mujer que quería lo mejor para sus hijas. Una madre pragmática, realista, que conocía el mundo en el que vivía y que no dudó en usar toda su energía para frenar los impulsos anárquicos del instinto sexual. Una mujer consciente de la dureza de las normas sociales y del juicio dogmático de sus vecinos.

Desde la postura de Adela, La casa de Bernarda Alba podría contarse como una pesadilla en la que una madre paranoide, deshumanizada, y sin empatía encierra a sus hijas para guardar un luto absurdo de ocho años que puede acabar con la vida de todas. De todos los Bernardos y Bernardas, de todas las Adelas en el mundo, hemos hablado con Ana Wagener y Ana Gabarain, que interpretan a Bernarda y a La Poncia en este montaje.

  • Ana Wagener y Ane Gabarain en 'La Casa de Bernarda Alba', de Alfredo Sanzol / Bárbara Sánchez Palomero

  • Ensayo de 'La Casa de Bernarda Alba' / Bárbara Sánchez Palomero

  • Ana Wagener y Patricia López Arnaiz en 'La Casa de Bernarda Alba' / Bárbara Sánchez Palomero

  • Ane Gabarain, Ana Wagener y Patricia López Arnaiz en 'La Casa de Bernarda Alba' / Bárbara Sánchez Palomero

  • Ana Wagener en 'La Casa de Bernarda Alba' / Bárbara Sánchez Palomero

  • Claudia Galán en 'La Casa de Bernarda Alba' / Bárbara Sánchez Palomero

  • Ensayo de 'La Casa de Bernarda Alba' / Bárbara Sánchez Palomero

  • Ana Wagener y Ane Gabarain en 'La Casa de Bernarda Alba' / Bárbara Sánchez Palomero

  • Ane Gabarain en 'La Casa de Bernarda Alba' / Bárbara Sánchez Palomero

  • Ana Wagener y Patricia López Arnaiz en 'La Casa de Bernarda Alba' / Bárbara Sánchez Palomero

  • Ensayo de 'La Casa de Bernarda Alba' / Bárbara Sánchez Palomero

Yerma: "ser madre no es un derecho, es un deseo que a veces no se cumple"

'La Casa de Bernarda Alba' es fiel al original, sin embargo Yerma de María Goiricelaya y su compañía La Dramática Errante es una versión libre del texto de Lorca. Yerma, Premio Max 2023 a la mejor adaptación o versión de obra teatral, llega esta semana al Teatro Fernán Gómez de Madrid. Una obra sobre la maternidad y la infertilidad, el querer y no poder ser madre. "Sigue estando oculto, es un tabú que les cuesta mucho compartir a las familias en general, parece que se avergüenzan de esta etiqueta de infértil, cuando hay millones de personas con esta problemática", afirma la directora en La Hora Extra.

  • Escena de Yerma, de María Goiricelaya / Diego Mayor

  • Escena de Yerma, de María Goiricelaya / Diego Mayor

  • Escena de Yerma, de María Goiricelaya / Diego Mayor

  • Escena de Yerma, de María Goiricelaya / Diego Mayor

  • Escena de Yerma, de María Goiricelaya / Diego Mayor

  • Escena de Yerma, de María Goiricelaya / Diego Mayor

Para María Goiricelaya el problema viene de desde dónde nos han vendido la maternidad. "La maternidad se ha situado en un lugar idílico por el que todas las personas tenemos que pasar, todas las mujeres tenemos que tener hijos o estar capacitadas para ello y la maternidad no es un derecho biológico, es un deseo, pero no siempre se cumple". La dramaturga reflexiona además sobre el negocio que hay en torno a la fertilidad, los nuevos modelos de familia y otros traumas, como el del aborto.

Ana Ozores, la mujer frustrada por no ser madre

En el Fernán Gómez seguimos con 'La Regenta', una adaptación de la novela de Leopoldo Alas Clarín, que firma Eduardo Galán, y que también nos trae la historia de una mujer, Ana Ozores, retraída, frustrada por no ser madre y que anhela algo mejor y desconocido.

  • Cartel de 'La Regenta', en el Fernán Gómez / Cedida Fernán Gómez

  • Ana Ruiz en La Regenta, en el Fernán Gómez / Cedida Fernán Gómez

  • Escena de 'La Regenta', de Clarín, una versión de Eduardo Galán dirigida por Helena Pimenta / Cedida Fernán Gómez

  • Escena de 'La Regenta', de Clarín, una versión de Eduardo Galán dirigida por Helena Pimenta / Cedida Fernán Gómez

La Regenta es una de las grandes novelas de la literatura española, ¿por qué has querido adaptarla, Eduardo, qué te interesó?

Se dice que después de El Quijote es la segunda más importante española. Sus mil páginas condensan todo: la ironía, la sátira, la crítica de la sociedad provincial de Vetusta, es decir, de Oviedo. Todo eso con un análisis psicológico de personajes de primera categoría, es casi casi un culebrón. Si quisiéramos analizarlo, Ana Ozores, llena de sentido religioso, de obsesiones, dominada por el cura o por el Magistral, un ambicioso movido por su madre que solo buscan el dinero... Crítica intensa de Clarín. En fin, es una novela que contiene todo y sobre todo el reto que supone que hasta ahora nadie se había atrevido a hacer una adaptación teatral. Sí en cine y en televisión, en teatro se hizo algo algo muy alejado, que tenía que ver con la adaptación a un plato de televisión, pero nada más. Era un reto, es muy difícil, y me interesó muchísimo entrar en la profundidad humana, en el desprecio, en el cerco que la sociedad hace siempre a todo aquel que se sale de sus cauces, aquel que no comulga con la sociedad bien pensante, que es lo que hace Ana Ozores.

La Regenta representa una sociedad en la que conviven el desengaño y la frustración, frente a la ilusión del amor. La burguesía, la Iglesia, la ambición, la mentira y el fanatismo conviven en la ciudad de Vetusta. La novela fue un escándalo en su momento, sobre todo en Oviedo y para la Iglesia Católica. El deseo, la pasión desbordada y el amor hacen frente a las cadenas de la moral social provincial y la a traición, como en La casa de Bernarda Alba. ¿Cómo nos sigue interpelando hoy La Regenta, Eduardo?

Por supuesto que nos sigue interpelando, todos tenemos unas cadenas de cualquier tipo, moral, social, conservadora, progresista, moderna, antigua, nuestros seres queridos, nuestras familias, nuestros amigos nuestros hijos, nuestros padres, nuestros hermanos... Todos nos juzgamos y juzgamos a los demás. Así que nos vamos a sentir identificados, porque somos libres , pero ¿en qué medida podemos ejercer nuestra libertad sin dañar, sin molestar la opinión y la moral de los demás? La Regenta es alguien que quiere ser libre y a quien no dejan ser libre.

¿Cómo se adapta una novela de más de mil páginas a una obra de teatro? ¿Hay algún cambio con respecto a la obra original?

Se adapta con mucho esfuerzo, mucho estudio y con mucha dedicación. Parece una verdad de perogrullo, pero es así, hay que dedicarle tiempo, análisis y, sobre todo, capacidad de elección, hay que seleccionar aquello que parece lo más importante de la novela. Hay que tener en cuenta que la novela tiene larguísimas descripciones que en la obra de teatro no se pueden representar. Podemos incorporar, como hemos incorporado, elementos narrativos, personajes narrativos, pero el resto es entrar a la trama, a lo que condensa de verdad la problemática, a lo que va a conmover al espectador, al drama, que es lo que interesa. Cambios con respecto a la obra original no, no hay.

¿Cómo ha sido trabajar de nuevo con Helena Pimenta después de Los pazos de Ulloa?, ¿cómo es la puesta en escena?

Trabajar con Helena Pimenta no solo es un placer, es que es un orgullo y es un honor. Es una de las más grandes, está en el top ten de las y los directores españoles actuales. Es un lujo trabajar con ella, lo domina todo, es trabajadora, dedica tiempo, horas, esfuerzos, cambia, se adapta a las necesidades del texto o de producción. Y además me ha ayudado muchísimo en la adaptación, me ha dado luz, he discutido a veces con ella, hemos debatido sobre cómo enfocar y le he tenido que dar la razón. La puesta en escena como siempre, llena de color, llena de luz llena, de variedades, creo que no debería desvelar nada.

Los libros más destacados del mes

Esta semana hemos conocido el Barómetro de Lectura y venta de libros en España en 2023. Los españoles siguen leyendo mucho, más de la mitad con una frecuencia semanal. Para el 64% que al menos lee un libro al año y también para ese tercio de los españoles que no lee nunca, les traemos las mejores recomendaciones literarias de estos días. Entre ellas 'La llamada: un retrato', de Leila Guerriero, publicado por Anagrama. La periodista y escritora argentina estuvo en A Vivir que son dos días presentando esta historia de una superviviente de la dictadura de Videla. Una mujer secuestrada, torturada, violada. Sobrevivió y en 2014 denunció, junto a otras dos mujeres, al militar que la agredía para reeducarla. En 2021 consiguió un fallo histórico, que se reconocieran y condenaran esos delitos sexuales. La Llamada recoge las entrevistas que hizo Leila Guerriero a la protagonista y a su entorno.

Cubierta de 'La llamada', de Leila Guerriero

Cubierta de 'La llamada', de Leila Guerriero / Anagrama

Las novedades de este mes nos traen historias diversas, como La soldada, ese libro de la escritora Paulina Tuchschneider que edita Periférica y que cuenta el tormento de una joven israelí obligada, como todos los de su país, a hacer el servicio militar. Una historia tragicómica, antibelicista, muy importante en estos momentos y una chica a la que le pilla la guerra en Líbano en 2006 y que no soporta ni un minuto más en ese cuartel.

Cubierta de 'La soldada', de Paulina Tuchschneider

Cubierta de 'La soldada', de Paulina Tuchschneider / Periférica

Seguimos con otra escritora judía, Hannah Arendt. De ella nos llega, gracias a la editorial Altamarea, Nosotros, refugiados, un texto sumamente actual en el que habla de lo que costó para muchos judíos conseguir la ciudadanía tras La Segunda Guerra Mundial. Y que nos recuerda también el estatus de los refugiados actuales.

Cubierta de 'Nosotros, refugiados', de Hannah Arendt

Cubierta de 'Nosotros, refugiados', de Hannah Arendt / Altamarea

Y Naomi Klein es también una autora judía, que ha pedido el alto el fuego en Gaza en varias ocasiones y que aborda la cuestión de los judíos en su nuevo libro, Doppelganger, donde además habla de una especie de doble no buscado y de cómo las teorías de la conspiración se han difundido en estos últimos años.

Cubierta de 'Doppelganger', de Naomi Klein

Cubierta de 'Doppelganger', de Naomi Klein / Paidós

Una liturgia común es un libro de Joan Didion que ya está en las librerías españolas gracias a Impedimenta y en el que cuenta la historia de dos mujeres en un momento político muy convulso. Y una escritora más para acabar, Historia de la mujer caníbal, libro de Maryse Conde, una novela donde condensa todo lo mejor de su literatura: la belleza y la rabia para hablar de identidad, de mujeres y de desarraigo. Con Random House.

Terminamos recomendando dos obras premiadas en el Festival Internacional del Cómic de Angulema. Una es 'Mónica', del estadounidense Daniel Clowes, el retrato de dos mujeres valientes, inconformistas, atormentadas y desorientadas en medio de la crispación y paranoia de la era trumpista. Mónica emprende la búsqueda de una madre que la ha abandonado y de un padre del que desconoce su identidad. Publicada por la editorial Fulgencio Pimentel en España. La otra es 'El cielo en la cabeza', de Antonio Altarriba, Sergio García y Lola Moral, premio de la crítica en el Festival de Angulema por esta epopeya sobre los miles de migrantes africanos rumbo a las costas de Europa y publicada por Norma editorial en España.

  • "El vendedor de ganado (1992-1923)", una de las obras que componen la exposición 'Chagall. Un grito de libertad' / ZIPI ARAGÓN

  • Vista de una de las salas que albergan la exposición 'Chagall. Un grito de libertad' / ZIPI ARAGÓN

  • "Estudio para Commedia dell'arte 1958-59", una de las obras que componen la exposición 'Chagall. Un grito de libertad' / ZIPI ARAGÓN

  • "Ángel con paleta", una de las obras que componen la exposición 'Chagall. Un grito de libertad' / ZIPI ARAGÓN

  • "Doble retrato con una copa de vino" (1918), una de las obras que componen la exposición 'Chagall. Un grito de libertad' / ZIPI ARAGÓN

  • "Commedia dell'arte 1958 técnica mixta sobre lienzo", una de las obras que componen la exposición 'Chagall. Un grito de libertad' / ZIPI ARAGÓN

Nos vamos con la pintura de Marc Chagall, con el otro Chagall, el político y comprometido con su tiempo, alejado de la imagen onírica, fantasiosa y soñadora que nos han vendido los estudiosos de su obra durante toda la historia.

Marc Chagall (1887-1985), cuya vida atravesó dos guerras mundiales y un exilio, dejó una obra profundamente anclada en la historia del siglo XX. Encarnación del desarraigo y de la migración, como tantas figuras de su obra, el artista transitó por el mundo al albur de las convulsiones de su siglo, desde su infancia en la Rusia blanca hasta Francia, de Alemania a Palestina y de Estados Unidos a México, hasta instalarse finalmente junto al Mediterráneo. Dos años de investigación minuciosa, de documentación inédita, han permitido componer esta faceta desconocida del gran maestro ruso. La exposición 'Chagall. Un grito de libertad', puede disfrutarse en la Fundación Mapfre hasta el 5 de mayo de 2024.