Juanele se sincera y desvela 'su verdad': "Mi paso por la cárcel no sirvió de nada"

El exjugador Juan Castaño Quirós, más conocido como Juanele, pasó por los micrófonos de 'Carrusel Canalla' para charlar con Antón Meana y Sique Rodríguez sobre 'Mi Verdad', el libro que ha publicado. A sus 52 años, y con una dilatada carrera en Sporting de Gijón, Tenerife o Zaragoza, entre otros, ha hablado de sus vivencias en los terrenos de juego. Asegura que, aunque estuvo quince años en la élite, en su vida personal pasaron una serie de cosas que hicieron que no lo gestionase de la mejor forma posible: "La vida no es un color de rosas y por eso hago este libro. Hice cosas muy buenas y alguna mala", explica en la sintonía de la Cadena SER.

En su cabeza salta siempre su etapa con el Real Zaragoza, en donde estuvo cinco años. Allí le anunciaron que sufría un trastorno bipolar. Advierte de que llegó a tener en el club maño tanto problemas personales como deportivos con Pablo Flores: "Me dio una depresión muy grande y los médicos detectaron que soy bipolar, por lo que tenía que tomar medicación".

Asegura que entraba en el equipo todo lo que a él le gustaba, por lo que eso pudo ser uno de los desencadenantes que le hicieran actuar como finalmente actuó. "Cuando me lo comentaron lo llevé muy mal. Estuve en bastantes médicos. No es fácil llevarlo y me costó mucho. Fueron mis últimos años de fútbol y me costó asimilar que debía dejar el fútbol", recuerda.

Su paso por la cárcel

Juanele habla también en 'Carrusel Canalla' de su etapa en la cárcel. Estuvo dos veces: la primera, tres meses por un empujón a un chico en un bar y este le denunció. La segunda fue por su expareja, de quien dice que le pinchó las ruedas de su coche. "Mi paso por la cárcel no me sirvió para nada. No hice ni un amigo. No se lo deseo a nadie, pero eso sí, no me sentí solo. Mis amigos fueron a visitarme y hablaba con mi hija todos los días. Hay errores que no hay que cometer y hay que dejarlos atrás y olvidarlos".

Además, no tiene ningún problema en asegurar que su fama de juerguista es completamente erróneo: "Salía de fiesta como lo hacían todos mis compañeros. Unos cardan la lana y otros llevan la fama. Tengo superada la fama, pero nunca he salido por la noche antes de un partido", asegura.