El turismo espiritual sube de nivel: alojarse en un convento ya es posible
El convento de Santa María de Jesús de Sevilla ha puesto en alquiler cuatro viviendas para turistas
El turismo espiritual sube de nivel: alojarse en un convento ya es posible
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Dice la biblia que Dios se encuentra en todas partes, pero su lugar favorito debe de ser donde se le venera, como en una iglesia o un convento. En nuestro país hay 950 monasterios o conventos de clausura; y de ellos, 911 son femeninos. Pero salta a la luz uno en el que no solo se dedican a rezar, cocinar dulces y colaborar socialmente; el Convento de Santa María de Jesús de Sevilla ha comenzado a hospedar a turistas, y no se trata de peregrinos.
Consiste en cuatro apartamentos turísticos que han sido reformados por las mismas monjas y que comenzarán a publicitarse en airbnb. Están gestionados por Javier Bernal y Luis Bidón, dos socios, que llegaron a las hermanas a través de un conocido que vio al anuncio de alquiler cuando fue a comprar dulces. Ellos fueron a preguntar en verano y han firmado un contrato con las monjas para gestionar los apartamentos durante un año.
"Ellas eran conscientes de que querían hacer apartamento turísticos porque en el torno de los dulces la gente les decía que eso era el futuro. Y a través del torno conocieron a estas personas que se encargan ahora de gestionarlo", explica Eva Sainz, redactora jefa en Andalucía. Y es que, afirman que tienen muy claro su oficio y tarea, y se niegan a distraerse de su labor principal.
El propio Arzobispado ha animado a las hermanas a buscar alternativas a la venta de dulces debido a la falta de vocaciones de las nuevas generaciones y el envejecimiento de sus comunidades. "Actualmente son 18 y lo máximo permitido es 20. Son bastantes pero cada vez más mayores y deben de cuidarse entre ellas, para eso necesitan algún tipo de ingreso. Antes podían vivir de donaciones que hacían los feligreses y ahora lo poco que tienen deben de donarlo ellas", la periodista se ha podido adentrar en el convento para hablar con las hermanas y observar en qué consisten estos apartamentos.
"No es una celda monacal, es un apartamento turístico muy iluminado y hermoso. Pero en un convento donde huele a dulce por los pasillos", el anuncio en Airbnb recoge toda la información del lugar e incide en la necesidad de un hospedaje tranquilo y respetuoso con la vida espiritual. De hecho, le han afirmado a Sainz que las personas que expliquen la necesidad de una mayor relación con la vida religiosa tendrán preferencia a la hora de solicitarlo.
Por ahora, el perfil actual es un turista extranjero, aunque también han encontrado algún que otro nacional que se siente atraído por la experiencia.