Goyas 2024 | Julio Hu Chen: "Los actores de origen chino también tenemos un lugar en la cultura y en las artes y queremos reivindicarlo"
Antes de 'Chinas' de Arantxa Echevarría, este joven criado en el madrileño barrio de Usera jamás había participado en una producción audiovisual: ahora sueña con conseguir dar visibilidad a la comunidad asiática en el cine español
Goyas 2024 | Julio Hu Chen y el lugar de la comunidad china en la cultura
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Madrid
La mañana del anuncio de las nominaciones a los Premios Goya, Julio Hu Chen estaba ensayando una pieza de danza contemporánea. Había sido propuesto como candidato al premio de mejor actor revelación por su trabajo en Chinas, pero por su breve papel en la obra había evitado hacerse "ninguna ilusión" y prefería enfocarse en otras de sus ocupaciones. Cuando en un descanso miró su móvil, se llevó una sorpresa al ver todos los mensajes que le habían llegado. En ese momento, recibió una llamada de Arantxa Echevarría, directora de la película: "Estás nominado, ven la Academia corriendo". "Pero es que estoy en chándal". "Da igual, ven".
Julio Hu Chen dio sus primeros pasos en Vallecas en el seno de una familia china que a los seis años se mudó a Usera, escenario de la película que le ha valido su primera nominación a un Goya. Desde los primeros años del nuevo siglo, el distrito ha vivido una cierta revitalización a raíz de la llegada de familias chinas como la que protagoniza el largometraje. En aquellos años, ya se avistaba la conversión del distrito en el 'barrio chino' de Madrid, aunque "no ganó la fama de Chinatown hasta que hubo hace unos años una especie de intento de renombrarlo para atraer a más gente". Una estrategia que el joven de 25 años considera "oportunista" ya que "se ve que hay una necesidad, no sé si local o del ayuntamiento, por llevar algunos intereses a Usera y pintarlo de una forma que no tiene en cuenta que también ha sido durante mucho tiempo un barrio con mucha inmigración, no solo china, sino en general de clase trabajadora". En el barrio, hizo amigos de su nacionalidad en clases de chino a las que iba los domingos, pero también de "todas partes", pues es una zona "con mucha emigración donde conoces muchos tipos de familias".
Al pensar en su adolescencia, Julio recuerda polémicas relacionadas con la representación china en el audiovisual español, como aquel episodio de Aída donde había un cartel que prohibía la entrada a perros y chinos al Bar Reynolds o gags de la saga Torrente que caricaturizaban a los asiáticos. "Me da un poco de pena porque es el referente de personajes asiáticos que tiene mucha gente asiática en España y hace que digan que no les gusta el cine español", lamenta. Para él, se hizo habitual que cuando había algún personaje asiático en contenidos televisivos o cinematográficos, "en vez de nombrar al personaje por su nombre, decían que era 'el chino' y en el colegio me decían que era como 'el chino' de no sé donde". Además, para el actor de Chinas, el problema persiste porque sigue habiendo personajes que "o no tienen trama o son muy misteriosos y no dicen nada o que simplemente son violentos porque son de la mafia, sin ningún tipo de desarrollo o personalidad". Una situación que refleja un racismo que "sigue existiendo" y que "aunque seas un niño o no siempre lo pasas", como manifiesta Julio, quien declara haber tenido algunas "vivencias" racistas.
Por ello, fue para él muy significativa la noticia de un casting para una película sobre familias chinas en Usera, por mucho que su directora fuese alguien ajena a la comunidad. A ese respecto, acepta las posibles quejas por una supuesta apropiación cultural en el trabajo de Arantxa Echevarría, indicando que "siempre está esa polémica" y que comprende "muchas de las críticas". "Hay gente que a lo mejor ha tenido sospechas y las sigue teniendo, lo entiendo perfectamente y de hecho lo he hablado mucho con Arantxa", explica. Sin embargo, especifica que le transmitió mucha confianza que dos amigas suyas estuviesen involucradas en el casting y en el guion, asesorando a la directora, así como la presencia de personas chinas en el equipo.
Fue a través de esas dos amigas, Xirou Xiao y Yue Fu del colectivo Liwai, que él llegó al proyecto: "Ya había trabajado con ellas previamente por otros contextos artísticos o de activismo para dar voz a la comunidad china y me contactaron para decirme que habían leído el guion y que había un personaje que les encajaba mucho conmigo". Se trataba del rol de Wang, un tímido y joven empleado de una oficina al que los padres de la familia protagonista intentan juntar con su hija. Movido por el "gusanillo de hacer algo así" acudió a las pruebas y unos meses después le llamó Echevarría. El nominado al Goya destaca que han pasado "unas 3000 personas en el casting, todas o casi todas ellas chinas", lo que ha permitido a la directora documentarse, además de insistir en su cercanía durante el rodaje, al interesarse en "nuestros propios procesos" y al estar abierta a sugerencias. "Ella estaba al tanto de que podía caer en estereotipos, incluso en situaciones incómodas", asevera mientras añade que "siempre nos dejó claro que podíamos sugerirle en medio del proceso si no nos parecía bien algo".
Durante el rodaje de la película, Julio no tenía experiencia como actor y contaba solo con la preparación que había hecho el reparto durante el mes de ensayos previos con Arantxa Echevarría y su coach, la actriz Lidia Navarro. Graduado en Lenguas Modernas, su vinculación con el cine era de un simple espectador, al igual que con el teatro. Fue después de grabar Chinas que decidió apuntarse con su compañera de elenco, Xinyi Ye, a una escuela de interpretación. Espera que su nominación, como la de las otras actrices de la película (la propia Xinyi Ye junto a Yeju Yi en actriz revelación) pueda servir para abrir la puerta a más actores asiáticos en el cine español, aunque es plenamente consciente de lo "impredecible" que es el futuro en el mundo de la actuación: "Encontrar proyectos como actor en general siempre es difícil a pesar de los premios y creo que en el caso de Chinas peor aún".
En este sentido, plantea que el problema principal se encuentra en el propio proceso de escritura de los personajes asiáticos. "Hay una propuesta que sugiere que haya castings para todas las etnias, que no especifiquen si son para personas blancas, por ejemplo, pero yo también veo un problema ahí porque luego las historias pierden un poco ese de dónde podemos venir", expone a la vez que explica cómo "la identidad es algo muy importante y se ve mucho en el cine español, por ejemplo en películas que no son en castellano y en las que obviamente no tienes a un actor madrileño haciendo una película ambientada en Cataluña y donde se habla catalán". Por ello, considera que "eso de los castings está muy bien como primera propuesta, pero luego el tema está en pensar guiones que nos incluyan de verdad, que no sea simplemente porque necesitan ampliar el repertorio para un mercado que no sabemos ni cuál es realmente". En ese sentido, considera "una pasada" haber podido encarnar a un personaje con "más complejidad" en el marco de una película donde ha trabajado desde sus propias "percepciones".
En esa línea, desea que se hagan en España "proyectos de calidad" que "el público aprecia" como las estadounidenses Minari, Todo a la vez en todas partes o Vidas pasadas, donde los asiáticos son protagonistas y que conectan con su experiencia de ser parte de la diáspora fuera del continente de su familia: "Hablan de cosas muy concretas que se acercan mucho a mi experiencia, pero que al final son temas en los que todo el mundo de alguna forma se siente identificado". Para ello, enfatiza en la importancia de que haya representación "no solo delante de las cámaras, sino también detrás con técnicos, directores, productores o guionistas".
Aunque insiste en quitarse importancia, es innegable el activismo del intérprete de Chinas. Preocupado por su comunidad, explica que intenta ayudar siempre "que hay que lanzar algún comunicado por algo que hemos visto en los medios que nos parece fuera de lugar o cuando denunciar alguna situación violenta como las que se retratan en algunas escenas de la película". "Por otra parte, tenemos actividades más culturales o artísticas donde queremos reivindicar nuestras vivencias, que no se ven mucho en algunos espacios", precisa mientras recuerda que "también tenemos un lugar en la cultura y en las artes, y queremos reivindicarlo".
Julio Hu Chen acudirá a la gala del próximo 10 de febrero como el primer actor de origen chino nominado a un Goya. En los últimos años se ha aficionado más al cine español y entre la cosecha de películas del año pasado destaca 20.000 especies de abejas, de Estibaliz Urresola, Las chicas están bien de Itsaso Arana, Sobre todo de noche de Víctor Iriarte o Te estoy amando locamente de Alejandro Marín. Precisamente esta última película ha conseguido que dos miembros de su reparto, Omar Banana y La Dani, figuren también entre los nominados a mejor actor revelación. Con ellos se ha llevado "bastante bien", pero por la lejanía apenas ha podido contactar con Brianeitor (Campeonex) y Matías Recalt (La sociedad de la nieve), los otros dos actores candidatos a la estatuilla. También ha hecho buenas migas con Janet Novás, la protagonista de O Corno nominada a mejor actriz revelación. "Es una pasada empezar a conocer a gente y ver que tiene procesos parecidos a los tuyos, aunque al final todo es muy distinto por la naturaleza de los proyectos en los que hemos estado", cuenta.
Pasar de no haber participado en ninguna película a ser un nominado a un Goya actoral supone un evidente y considerable cambio en la vida de Julio, que no formaba parte de la promoción inicial de Chinas (su nombre ni siquiera figura en los pósteres) y que asegura que está "centrado en intentar disfrutar, pero digo intentar porque me está costando mucho". "Hay gente que te dice que tienes que estar muy feliz y que seguro que te tiene que salir mucho trabajo ahora, pero de momento es todo lo contrario", lamenta. El joven, que afirma no haberse creído aún que está nominado, es consciente de que está viviendo "un viaje" que quiere "disfrutar y que a veces creo que no disfruto tanto como me gustaría".
Dentro de un tiempo, cuando la de este año pase a ser una edición más de la historia de los Goya, Julio quiere imaginarse siendo parte de más producciones "como cualquier intérprete". Aspira a seguir trabajando como lo está haciendo desde el final de rodaje de Chinas, una película que le ha hecho comprender sobre la actuación que "a lo mejor siempre había tenido el interés antes, pero nunca me había atrevido porque no veía muchas posibilidades". Sueña con que haya más proyectos con los que las personas asiáticas en España tengan repercusión y donde, por fin, se les mida por su "trabajo, esfuerzo y talento dentro del oficio".