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Opinión

Inmunidad parlamentaria

Menos mal que al retirarle la inmunidad, la señora Kaili, procesada, ya no puede pasearse a sus anchas por la sede del Parlamento como hasta ahora

Punto y 25 | Inmunidad parlamentaria

Madrid

El Parlamento Europeo retiró esta semana la inmunidad a la parlamentaria griega Eva Kaili, que fue vicepresidenta de la cámara, por presunto fraude en la gestión de las dietas y la remuneración de sus asistentes acreditados. Ya era hora. La señora Kaili es una buena pieza. Está también implicada en una grave red de corrupción y blanqueo de capitales, junto con un eurodiputado italiano, que fue descubierta en 2022 por la policía belga. El escándalo se conoció como Catargate porque incluía cobrar comisiones por ejercer influencia en el Parlamento a favor de Catar y de algunos países africanos. Es una lástima que esa investigación todavía esté abierta porque el Parlamento Europeo necesita reforzar todos sus mecanismos de control de dietas y salarios, así como de vigilancia interna (poco después de que estallara el Catargate se aprobó un registro para dejar constancia de quien entra en la sede del Parlamento Europeo, cosa que no existía antes). La cuestión es que se aproximan las elecciones europeas, previstas para este verano, y todavía no se ha cerrado completamente la investigación. Menos mal que al retirarle la inmunidad, la señora Kaili, procesada, ya no puede pasearse a sus anchas por la sede del Parlamento como hasta ahora.

Soledad Gallego-Díaz

Es periodista, exdirectora del periódico 'EL...