Marc Márquez termina los test de Sepang con buenas sensaciones: "Si me hubiera creído las expectativas, habría entrado en pánico los primeros días"
El piloto catalán ha podido completar 154 vueltas encima de su nueva Gresini antes del incio del mundial
Marc Márquez sobre su Gresini en los test de Sepang / SOPA Images
Márquez ya es uno más en Gresini Racing. El equipo italiano, que lo ha acogido tras doce años de triunfos y alguna que otra desventura con Repsol Honda, está poniendo la carne en el asador para darle al de Cervera, y a su hermano Álex, la mejor moto posible de cara al 2024. Y para empezar, era importante recolectar todo el aprendizaje posible en los tres días de test oficiales celebrados en Sepang. Márquez termina optimista, sabiendo que aún debe mejorar pero sintiendo que tiene la capacidad de hacerlo.
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El catalán ha terminado el tercer día de test en la sexta posición, dos puestos por debajo de su hermano y a medio segundo de Pecco Bagnaia, que ha sido el más rápido sobre la pista y que además ha batido el récord de la pista. Ha destacado la importancia de "no entrar en pánico en ningún momento", a pesar de que los ritmos de los primeros días estuvieron lejos de ser ideales. "Este es uno de los circuitos del calendario en los que más me cuesta y esperaba que fuese más complicado", ha comentado sobre las sensaciones sobre el trazado malasio, a diferencia de las que tuvo en Valencia o espera en Qatar.
Márquez es realista y entiende su posición, pero mantiene el optimismo de quién ha trabajado bien: "Todavía estoy lejos de los pilotos de cabeza, porque medio segundo es mucho, pero no está mal". Ahora toca entender cosas, dice, "manejar los tiempos de la temperatura del asfalto", pero se queda con las buenas sensaciones por encima de todo. De trabajo y resistir al cansancio también ha hablado: "Necesitas vueltas, estaba muy cansado pero quería hacerlo, aunque fuera más lento, porque esa es la forma de mejorar. Si te quedas en el box, nunca mejoras".
El '93' no se creyó las expectativas que había puestas sobre él, y confiesa que eso le ha ayudado a no entrar en pánico. "Tengo claro el objetivo: quiero disfrutar en el box y en la pista", asegura el piloto, embarcado en esta nueva aventura después de 12 años con Honda. "Estoy contento con el test en general y con la progresión, que siempre ha ido de menos a más". Por el momento, más realismo para no subirse al tren de las expectativas: "Ya veremos si llegamos o no, porque ellos también van muy rápido, pero por insistencia no va a ser".
"Es imposible que en cuatro días de test la información fluya como fluía desde hace 12 años en el grupo con el que venía trabajando", destaca el piloto, que también examina cómo el equipo le está ayudando en su integración. "Conocen muy bien la moto y sus secretos y eso ayuda a un piloto novato".
