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Opinión

Mayoría absoluta o absoluta decepción

Pensar que los populares gobiernan la Xunta por tradición, o como si fuera un fenómeno meteorológico, es superstición pura

Ignacio Peyró: "Mayoría absoluta o absoluta decepción"

Madrid

Después de la ceniza en los labios que le dejó el 23 de julio, Feijóo necesita una alegría incontestable para dejar claro no ya que hay líder sino que comienza a haber remontada. Las elecciones gallegas parecían traer consigo el mejor augurio: fue justamente en Galicia donde, hace ahora quince años, Feijóo disipó dudas y empezó a sumar mayorías hasta emprender esa peregrinación inversa que le ha traído de Santiago a Madrid. Pero los gin-tonics y los adelantos electorales los carga el diablo -que se lo digan a Casado y a Mañueco-, y el PP en Galicia tiene, cierto, mucho que conservar, pero absolutamente todo que perder.

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Pensar que los populares gobiernan la Xunta por tradición, o como si fuera un fenómeno meteorológico, es superstición pura. Las encuestas están en un ay. El candidato del PP, Rueda, difícilmente va robando suspiros, en tanto que la candidata del BNG, Pontón, está cómoda en la campaña que quiere hacer. El PSOE, mientras, parece observar estas elecciones como si fueran las autonómicas de Nueva Gales del Sur, algo absolutamente ajeno, al menos hasta saber si pueden sumarse al puzle de un tripartito.

La dispersión del voto de la izquierda, que es la manera educada de referirnos a su espíritu caníbal, puede darle al PP la mayoría, aunque a su vez el PP tendrá la raspadura de los votos que le arañe Vox. Llevamos unos años, en fin, como para pensar que cualquier elección está cantada. El PP, eso sí, necesita mayoría absoluta para, si me perdonan el bromazo, que lo de Feijóo no se convierta en una absoluta decepción.

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