El campo siempre
"El campo lo conocí por sus palabras. Como todo lo que he aprendido en la vida. Mi madre decía caballones, parata, bancal, "parva", ablentar, azadón, almorcafe, aguadera, artesa, albarda, serón..., y así comprendía yo que iba a vivir exiliado del campo para siempre"
La píldora de Andújar | El campo siempre
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Barcelona
Once mil años de agricultura no se los quita uno de encima tan ricamente. A mí me vienen pisando los talones. Toda mi familia fue de campo, hasta llegar a la generación de mis primos y mis primas, la mía, que nacimos en la ciudad. O en lo que sobraba de ella. Porque tampoco fuimos del todo de ciudad. Los campos se convirtieron en descampados. Otra manera de trabajar la tierra. Nuestros solares no daban patatas; pero uno se encontraba un trozo de espejo, una cuerda, un alambre enredado, la llave de una lata, chapas, una bobina de cobre y, a veces, una peseta. Es verdad que no había culebras como las que salían en el huerto, ni palomas torcaces en los tejados. Lo nuestro eran mariposas en primavera, que nos dejaban en los dedos el polvo de sus alas lo mismo que Sagradas Formas en una liturgia infantil. Las lagartijas lanzaban maldiciones con el rabo, que les habíamos cortado. La lagartija se iba corriendo, y el rabo seguía allí, revolviéndose como un ser poseído. Todos los animales practican su exorcismo. Nos habían explicado que el rabo les volvía a crecer a las lagartijas, y eso las convertía en seres mutantes como en los tebeos. El campo lo conocí por sus palabras. Como todo lo que he aprendido en la vida. Mi madre decía caballones, parata, bancal, "parva", ablentar, azadón, almorcafe, aguadera, artesa, albarda, serón..., y así comprendía yo que iba a vivir exiliado del campo para siempre. En el campo, mi madre y sus hermanos se retorcían de hambre, condenados al repudio por los señoritos y el franquismo, y tuvieron que exiliarse, se le llama emigrar. El campo es duro. Pero es la raíz de nuestra civilización y nuestro sustento. Ahora se movilizan los agricultores por toda Europa, y sé que están hablando de lo que hemos sido desde siempre, y de mí.