El cine español calla a Vox
La gala de los Goya contesta a Juan García-Gallardo y desmiente las fake news que durante años la ultraderecha y la derecha han lanzado sobre el cine español y la cultura, mientras reconcilia a las salas y a las plataformas con la victoroa de La Sociedad de la nieve
En medio del debate sobre cómo enfrentar el discurso del odio y las fake news que lanza la ultraderecha, el cine español ha dado un ejemplo de cómo pararle los pies. La gala de los Goya, la que dio la victoria rotunda a La sociedad de la nieve, homenajeó al cine y cerró filas con las mujeres, calló a Vox respondiendo con elegancia y con datos a las mentiras sobre el cine español que han ido divulgando desde hace tiempo, pero que volvieron a airear justo un día antes de la ceremonia celebrada este sábado en Valladolid. El vicepresidente de la Junta de Castilla y León volvía a decir aquello de que nuestro cine vive de la subvenciones, que los artistas son una élite privilegiada y que encima nadie ve sus películas. Mentiras que no ha inventado Juan García-Gallardo. Lo cierto es que ya que el PP durante los años posteriores al No a la Guerra, una gala en la que los cineastas reflejaron el sentir mayoritario de la población española contra la guerra de Irak, se encargó de difundir y casi convertir en dogma para mucha gente. El relato caló tanto que hasta gente de izquierdas acabó comprando ese discurso.
Ha costado años, mucha pedagogía y mucha lucha para ir cambiando ese relato. Por eso, que se vuelvan esas mentiras enfadó a nominados e invitados. Ya en la alfombra roja, actores como Tristán Ulloa, Clara Segura y Àlex Brendemühl, nominados por Creatura, Enric Aquer, nominado por El maestro que prometió el mar, o Isabel Coixet, trataban de desmentir esas afirmaciones. Sin embargo, la gala fue mucho más contundente contra las mentiras. Javier Calvo, maestro de ceremonias junto a Ana Belén y Javier Ambrossi -de los mejores maestros de ceremonia que se recuerdan, por cierto- gritaba eso de que ser buen español es amar y defender el cine y la cultura.
Después una voz indiscutible de nuestro cine, José Sacristán, que realizaba el homenaje al Goya de Honor, el director de fotografía Juan Mariné, hacía alusión a las palabras de "algún indocumentado" sobre los trabajadores de la industria. El discurso oficial de la Academia de Cine, pronunciado cada año por su presidente, Fernando Méndez Leite, también iba en ese sentido. Para empezar hizo el vacío a Gallardo, que fue abucheado al llegar, nombrando a todas las autoridades, entre ellas el presidente del gobierno Pedro Sánchez, menos a él. Después, fue desmintiendo todas esas fake news recurrentes. Demostró que el cine no es una panda de pijos, que son trabajadores que saben de su privilegio pues disfrutan de su trabajo, pero una gran parte de la profesión sufre el paro, en torno al 14 por ciento, y la precariedad. Habló también del éxito internacional de películas como Robot Dreams, ganadora de dos Goya, de 20.000 especies de abejas que logró finalmente tres estatuillas y ambas salen de festivales internacionales de cine. También de La sociedad de la nieve, la gran ganadora de esta edición con doce premios. La película de Bayona desmiente con un solo dato las palabras de Gallardo, pues no es que no la haya visto nadie, es que suma ya 100 millones de espectadores.
Finalmente era Pedro Almodóvar quien levantaba al auditorio dirigiéndose directamente a Gallardo y dándole más datos. El director Manchego que subió en dos ocasiones al escenario, se presentaba como “uno de los señoritos que recogemos las subvenciones para después hacer películas muy malas que no interesan a nadie”. Acto seguido, entre aplausos, el director ha advertido que iba a decir “lo obvio”: “El dinero que los cineastas recibimos como anticipo lo devolvemos con creces al Estado a través de nuestros impuestos y de la seguridad social. Además de crear miles de puestos de trabajo”.
El cine español se defendió, sacó pecho del buen momento que vive y miró más allá de sí mismo. Habló de la falta de derechos humanos en la Cañada Real, cuando Guillermo García López recogía el premio a mejor corto con Aunque es de noche. Habló de la barbarie que estamos permitiendo en Gaza. También se habló de la violencia que sufren las mujeres dentro y fuera de la industria entonando el #SeAcabó de manera rotunda y sin contemplaciones. Habló de cine y de cómo las películas nos cambian la vida, entre ellas Todo sobre mi madre, de la que celebramos 25 años. Por eso fue importante también el premio a Rigoberta Bandini por la canción de Te estoy amando locamente, una defensa LGTBIQ, y, por supuesto, el triunfo de 20.000 especies de abejas mostrando al colectivo trans. Es cierto que no hubo mucho reparto en los premios. Arrasó la Sociedad de la nieve que llega empoderada a los Oscar, pero cuidado porque su victoria es significativa. Se premia lo que se suele premiar en estos premios, producciones grandes, que mueven industria y que gustan, pero esta es la primera vez que una película de Netflix gana en los Goya. Algo que Netflix tiene que agradecer al talento de Juan Antonio Bayona y de todo su equipo, que han defendido el cine y las salas como nadie en estos meses logrando demostrar a la plataforma que estrenar en cines no daña ni empeora los visionados en el streaming. Ojalá Bayona haya un cambio de mentalidad que implica convivir entre todos por el cine español. Ojalá que las fake news no vuelvan a tener eco, ni valgan electoralmente.
Pepa Blanes
Es jefa de Cultura de la Cadena SER. Licenciada en Periodismo por la UCM y Máster en Análisis Sociocultural...