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Política | Actualidad

Carmen Calvo, nueva presidenta del Consejo de Estado tras renunciar a su acta como diputada

La socialista, que fue vicepresidenta en la primera legislatura de Pedro Sánchez, ha renunciado a su acta como diputada y sustituirá a Magdalena Valerio en su cargo

La diputada socialista Carmen Calvo. Archivo. / Chema Moya (EFE)

Madrid

El Gobierno nombra a Carmen Calvo como nueva presidenta del Consejo de Estado. El Ejecutivo toma esta decisión para sustituir a Magdalena Valerio, que será cesada en cumplimiento de la sentencia del Supremo que anuló su designación por considerar que no cumple el requisito de contar con acreditado prestigio como jurista, como ha adelantado 'El País'. Calvo, que es licenciada en Derecho por la Universidad de Sevilla y también doctora en Derecho Constitucional, será nombrada con su nuevo cargo oficialmente este martes.

Por este motivo, Calvo ha dejado este lunes su acta como diputada del PSOE, según confirman fuentes parlamentarias a la SER. La ya exdiputada, que fue vicepresidenta en la primera legislatura del Gobierno de Pedro Sánchez, entre junio de 2018 y julio de 2021, comenzó su carrera política a finales de los años 90 y a lo largo de todos estos años ha desempeñado diferentes cargos en el partido y también a nivel institucional, tanto en la Junta de Andalucía como en el Ejecutivo central.

En esta última legislatura, además de diputada por Granada, era también presidenta de la Comisión de Igualdad del Congreso de los Diputados, cargo que ostentaba desde 2021.

En los últimos años, la que fuera vicepresidenta mostró su descontento con algunas normativas impulsadas por el Ministerio de Igualdad de Irene Montero, en concreto, con la Ley Trans. Esto le hizo incluso saltarse la disciplina de voto del partido, absteniéndose en su votación en el Congreso, rompiendo con la disciplina de voto y haciendo frente a una multa de 600 euros.

Su papel fue relevante en el Congreso durante este debate al ser en aquel momento presidenta de la Comisión de Igualdad, cargo que ha mantenido en la actual legislatura y al que accedió poco después de su salida del Gobierno.

Además, Sánchez contó con ella para formar parte del Comité Federal del PSOE en el Congreso que los socialistas celebraron en Valencia en octubre de 2021, demostrando así la confianza que el presidente del Gobierno seguía teniendo en la que hasta hace poco fue su mano derecha en el Ejecutivo.

Una confianza que se hizo patente con la inclusión de la histórica socialista en las listas para las elecciones generales del pasado mes de julio como número uno al Congreso por Granada, y que ahora va a más con la propuesta del Gobierno para que Calvo sea la nueva presidenta del Consejo de Estado en sustitución de Magdalena Valerio, que tendrá que ser cesada en cumplimiento de una sentencia del Tribunal Supremo que anuló su nombramiento.

Calvo estará al frente del supremo órgano consultivo del Gobierno en un momento clave, con la ley de amnistía aún pendiente de su aprobación en el Congreso. Para asumir esta nueva responsabilidad, tendrá que dejar su cargo de diputada y con él el de presidenta de la Comisión de Igualdad en el Congreso.

Licenciada en Derecho por la Universidad de Sevilla y doctora en Derecho Constitucional por la Universidad de Córdoba (1987), Calvo fue elegida diputada del Parlamento andaluz, como independiente en la lista socialista por Córdoba, en 1996. A partir de ahí comenzó a labrarse una trayectoria política, primero como Consejera de Cultura y Deportes del Gobierno andaluz presidido por Manuel Chaves (1996-2004) y luego como ministra de Cultura (2004-2007) con José Luis Rodríguez Zapatero. Se afilió al PSOE en 2004, fue vicepresidenta del Congreso de los Diputados en 2007 y su relación con Pedro Sánchez se remonta a las primarias socialistas de 2017, pues fue de las primeras personas en decantarse por el actual líder del PSOE. Calvo fue elegida secretaria de Igualdad de la Comisión Ejecutiva Federal, durante el 39 Congreso socialista celebrado poco después de la elección de Sánchez como líder del PSOE.

Antes, Sánchez le había confiado negociar en nombre del PSOE la aplicación del artículo 155 en Cataluña, y con su primer mandato como presidente del Gobierno la nombró vicepresidenta, cargo que ocupó de junio de 2018 a julio de 2021 y que combinó con el de ministra de Presidencia y Relaciones con las Cortes, además de Igualdad en una primera etapa y Memoria Democrática a continuación.

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Olvido de la Rosa, su sustituta

La socialista Olvido de la Rosa, número tres en la candidatura del PSOE al Congreso de los Diputados por Granada en las pasadas elecciones generales, será la sustituta de la diputada Carmen Calvo tras la renuncia de ésta a su acta al ser propuesta por el Gobierno como candidata a presidir el Consejo de Estado.

Diplomada en Trabajo Social, Olvido de la Rosa ha sido vicepresidenta segunda de la Diputación de Granada y diputada provincial de Bienestar Social (2019-2023), responsabilidad esta última que también ostentó entre 2015 y 2019. Diputada provincial del grupo socialista en el mandato 2011-2015, ha sido concejala de Bienestar Social, Igualdad, Educación y Obras Públicas, entre otras, en el Ayuntamiento de Cúllar Vega, ha informado el PSOE.

El PP critica el nombramiento de Calvo

La secretaria general del PP, Cuca Gamarra, ha opinado este lunes que nombramiento de Carmen Calvo para presidir el Consejo de Estado representa otra vuelta más de "las puertas giratorias" del Gobierno en "la colonización de las instituciones" y lo ha tildado de "grave", ya que el Tribunal Supremo anuló el de Magdalena Valerio, otra exministra del PSOE.

En un vídeo remitido a los medios, Gamarra ha reprochado al Gobierno que designe a nuevamente a una exministra socialista para el cargo tras la sentencia del Supremo, del pasado 30 de noviembre, con la que se anuló el nombramiento de Valerio por no reunir el requisito legal de "jurista de reconocido prestigio" que exige la ley orgánica que regula la institución.

"Y exigimos otra manera de gobernar, que es la que representamos desde el PP, respetando las instituciones, pensando y defendiendo que deben de ser personas independientes aquellas que sean nombradas al frente de las mismas y, por supuesto, trabajando por la calidad democrática", ha sostenido Gamarra, quien ha insistido en la "colonización" que hace el Gobierno de las instituciones "para controlarlas.