Anna Freixas: "La menopausia es lo mejor que nos pasa en la vida a las mujeres"
Aimar Bretos entrevista a Anna Freixas, autora de 'Nuestra menopausia: Una versión no oficial'
Las entrevistas de Aimar | Anna Freixas
Madrid
Para Anna Freixas la menopausia es "la edad de la renovación", ese momento en el que las cosas cambian. Un proceso biológico que, explica en 'Hora 25' es "lo mejor que le pasa en la vida a las mujeres". La autora publica ahora junto a Capitán Swing la reedición de su libro "Nuestra Menopausia: Una versión no oficial". Un título con el que Freixas habla sin tapujos de esta "transición vital" para las mujeres: "No es un problema médico, no es una enfermedad, pero socialmente hay un mensaje muy negativo sobre la menopausia".
Freixas quiere situar la menopausia en lo que es, en un "momento del ciclo vital" por el que también pasan los hombres (andropausia), y desterrar la idea de que la menopausia es el principio del fin, una idea "universal" en nuestra cultura. Un temor social que se puede erradicar con una simple "conversación" en la que se transmita un mensaje de "normalidad, felicidad y bienestar".
La industria de la menopausia
"Yo creo que la clase médica ginecológica pensó que las mujeres éramos todas unas perezosas, estuviéramos o no dispuestas a parir, y decidieron que todas tendríamos la menopausia", señala Freixas. A raíz de ahí, dice, se ha creado toda una industria, que incluye a la industria médica, la farmacéutica o la estética, que se "ceba en el cuerpo de las mujeres, en el miedo a lo que vendrá y en toda una serie de cosas que nos arruinan y nos enferman. Nosotras somos las viejas, somos las pobres del planeta". La propia Freixas recuerda como una vez acudió al médico por dolores en el trapecio y el médico le sugirió que esos dolores eran propios de la menopausia.
Freixas recuerda que la menopausia no implica cambios físicos como tal, más allá de la desaparición de la regla. "Cualquier cosa que coincide con la época de la menopausia acaba siendo una causa o una consecuencia de esta", señala. Cuando en realidad, dice la autora, los cambios de nuestro cuerpo provienen de nuestro programa biológico. Sobre las emociones, Freixas recuerda que la menopausia se produce en un momento de la vida en el que hay muchas cosas muy importantes alrededor de la vida de una mujer, como cambios en su estatus laboral o en su relación de pareja: "Es un momento de una gran intensidad emocional, pero no porque tengas más o menos estrógenos, sino porque estás en un punto vital de gran intensidad".
Los signos de la menopausia
Los sofocos o la sequedad vaginal son considerados dos de los signos propios de la menopausia. Signos que, a pesar de lo que se cree, "vienen y se van" y que, además, no se manifiestan en todas las mujeres. "El 50% de las mujeres no hemos tenido sofocos", resalta Freixas. Algo que, dice la autora, ocurre también con el deseo sexual, ya que "puede disminuir" con la menopausia, pero que no es "una ley A, B, C". Freixas recuerda, además, que cuando la industria ha querido estimular la sexualidad de las mujeres con pastillas se han dado cuenta de que es imposible. "El elemento más importante de sexualidad de las mujeres es la calidad de la relación. Entonces, claro, si estoy triste, enfadada, o si me siento abusada, evidentemente, no tengo deseos, no lubrico", dice la autora.
Freixas defiende que hablemos de "signos" y no de "síntomas", ya que la menopausia no es una enfermedad. "Si yo tengo sofocos, eso es un signo de que estoy en el periodo menopáusico, pero no es una patología". Además, la autora defiende que debemos normalizarlos, hablar de ellos abiertamente. "Antes las niñas no decían que tenían la regla. Ahora ha cambiado". Freixas cree que puede ocurrir lo mismo con la menopausia conforme las mujeres lo "normalicen" y "verbalicen". "Es un momento como otro cualquiera", recuerda.