Vídeos explícitos para educar en sexualidad

Madrid

Son las 9 de la mañana en un piso céntrico de la ciudad de Madrid. Un equipo formado por una directora de rodaje, dos cámaras y un sonidista prepara un set de rodaje en el que predomina el rosa. Luces led, flores, cojines, velas, y varios peluches en forma de vulva ocupan el espacio delante de las cámaras. Hoy asistimos a un curso de masturbación femenina. "Hola amores, soy Pitu Aparicio, me dedico a viajar por toda la península y latinoamérica dando talleres de sexualidad, autocoñocimiento y relaciones y estoy encantada de que hablemos de vulvas, deseo y placer en este curso", practica la educadora social mirando a cámara. Santo Amor se dedica a crear contenido sexual explícito con el fin de ofrecer una educación sexual sana y real a personas de cualquier edad.

Masajes eróticos, cómo practicar sexo oral, iniciación al sexo anal o squirting son algunos de los cursos —con un precio entre 20 y 40 euros— que se pueden encontrar en la plataforma que ha creado la escritora y divulgadora especializada en temas de sexualidad Noemí Casquet: "La idea es que tanto niveles básicos como más avanzados tengan cabida. Por ejemplo, tenemos un curso de exploración sensorial para personas que necesitan una conexión con su cuerpo no tan sexual, si no más sensual".

Educar en sexualidad con cuerpos reales

El objetivo de este tipo de cursos es que, dado que la educación sexual en nuestro país es limitada y escasa, todo aquel interesado en aprender sobre sexualidad lejos de la visión de la pornografía, encuentre en la plataforma un lugar seguro "No se habla nada de sexualidad y tenemos muchas ganas de hablarlo y de terminar el tabú. Desde la chavalería con la que yo trabajo que tienen 6 años hasta los de 96, todo el mundo tiene muchas ganas de saber más por parte de profesionales", explica Aparicio fuera de cámaras.

El curso va desde lo más simple: "La vulva es el conjunto de los genitales asociado a lo femenino, su forma ovoide está dividida en el centro", hasta lo más avanzado: "Si deslizas uno o varios dedos muy suavemente a lo largo de tu vulva, los vas a ir pudiendo mover de arriba a abajo o de derecha a izquierda". La idea de este curso es dotar de herramientas a las mujeres para que se conozcan y disfruten de su placer, además de derribar tabús mal aprendidos: "¿Alguna vez has escuchado hablar del orgasmo clitoriano o vaginal? Bueno yo ya te adelanto que esto es mentira, chica".

Para la creadora de esta plataforma es primordial mostrar cuerpos reales. "Siempre hemos visto en la pornografía esos cuerpos perfectamente depilados, con el pecho operado, con unas medidas exactas, y al final tú vas por la calle y no ves a ese tipo de mujeres. La realidad es muy distinta. Tenemos que llevar el sexo a la vida real", reflexiona Casquet.

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La grabación dura varias horas, y una vez finalizada la parte teórica, llega Luna, la chica que va a mostrar su cuerpo ante las cámaras. Tras ambientar el set con una música envolvente, velas e inciensos, la joven se desnuda y, de forma natural, bajo la guía de Aparicio, va mostrando poco a poco sus genitales. Ahora, todo lo explicado anteriormente tiene imagen. Un momento de mucho respeto, concentración y buen ambiente. "La experiencia personal es estupenda, súper cómoda y todo son facilidades gracias a ellas. La verdad es que me parece un proyecto totalmente necesario hoy en día y me encanta participar en él", confiesa Luna.

Las consecuencias de la pornografía como único educador sexual

Proyectos como este tienen sentido en un país en el que la edad media en la que los jóvenes se inician a consumir pornografía es entre los 8 y los 11 años. Pedro Sánchez denominó esta problemática hace unas semanas "la epidemia del porno", y en ese momento, el debate y la conversación sacudió un asunto que sobrevuela todos los cambios en el comportamiento social de los jóvenes —también de los mayores— : la educación sexual. En España, todavía no se ha implementado de forma sistemática la Educación Sexual Integral, que según la ONU, es la información precisa y apropiada para los jóvenes sobre sexualidad y su salud sexual y reproductiva.

La sexóloga y terapeuta Ana Lombardía asegura que la educación sexual en nuestro país es prácticamente inexistente: "Recordemos que esto entra dentro de los derechos humanos, no es una cuestión negociable o que tenga que ver con ideologías o creencias". En esa ausencia de educación sexual, la pornografía ha adoptado un papel educador, un primer contacto que los menores tienen con la sexualidad, con lo que eso conlleva: una distorsión de la realidad y una normalización de ciertas prácticas que no coinciden con las relaciones sexuales que se van a encontrar de adultos.

La falta de personal especializado en las aulas y la escasa planificación escolar en esta asignatura son palpables en la mayoría de centros. "Para demostrarte lo verdes que están, hay una pregunta que hacen mucho que es: ¿qué se hace después de tener una relación sexual? o ¿si estoy menstruando me puedo quedar embarazada? Verdaderamente estos niños no tienen conocimientos", reflexiona la subdirectora de un instituto en Málaga, que también confirma que este tipo de cursos son los primeros que se caen por falta de presupuesto.

La última propuesta del Gobierno incluye un apartado sobre este asunto, pero todavía está en pañales. Las primeras aristas pasan por la creación de un sistema de verificación de edad en el acceso a la pornografía, pero las expertas insisten en que no se trata de prohibir una industria tan potente como la del porno. "Para mí una de las cuestiones principales es poder acompañar a esos niños y poder mostrarles la sexualidad desde otro lugar, la base educacional debe explicar que, aunque vean esas prácticas, sepan que no son reales, al igual que ven Superman y no tienen ganas de tirarse por la ventana", argumenta Casquet.

Países en los que reflejarse

En Europa hay países mucho más avanzados en este sentido, como Dinamarca, que ofrece un programa sobre educación sexual en la televisión pública, o Países Bajos, donde el Gobierno ha diseñado una página web con todo tipo de contenido relacionado con el sexo. "Cuando tienen 4, 5 o 6 años les enseñas los lugares que las personas no pueden tocarles sin permiso, con 11 años, les enseñas sobre el cuerpo, la menstruación o qué es una erección. Luego ya cuando cumplen 14 empiezan a tener con ellos la conversación de qué es el sexo, qué es el género y cuál es su orientación sexual", ha contado Jan, profesor de secundaria en Utrecht.