El fútbol argentino planta cara a Javier Milei

La llegada de Javier Milei a la presidencia de Argentina no ha dejado indiferente a nadie, ni siquiera al fútbol, auténtica religión en el país que ahora mismo ostenta el trono mundial. Milei tiene un empeño que afecta directamente a los equipos de fútbol del país: convertirlos en sociedades anónimas. En su plan de reformas que de momento ha rechazado el Congreso, Milei quiere incluir la privatización del fútbol, algo que cuenta con el rechazo directo de la Asociación del Fútbol Argentino y también con el de los clubes.

Boca Juniors y River Plate suman entre los dos más de medio millón de socios, lo que les convierte en dos de los equipos con mayor masa social en todo el mundo. Y, de hecho, el enfrentamiento más mediático en este debate es el que están protagonizando el propio Milei y el nuevo presidente de Boca, el exjugador del Barcelona y Villarreal, Juan Román Riquelme.

"Yo era de Boca y dejé de serlo cuando traen a Riquelme. No estaba en condiciones de hacer una buena campaña. Bastante tengo con vivir en un país populista como para ser hincha de un equipo populista", declaró Milei hace algunos días. La afición xeneize le mostró a Milei su opinión cuando el presidente acudió a votar a las elecciones en el club. Decenas de hinchas acudieron a insultarle. "Fui no sólo sabiendo que iba a ganar Riquelme, sino sabiendo que me iban a escrachar. Me putearon 20 personas", dijo entonces Milei.

Me entristece porque amo este país, pero tengo que dar todo lo que tengo para que el hincha siga siendo el dueño del club

—  Juan Román Riquelme, presidente de Boca Juniors

Riquelme ha mantenido un perfil menos polémico, repitiendo en cada declaración que espera que el trabajo de Milei sea el mejor posible para el país, pero manteniendo en todo momento que su intención es que el club siga estando en manos de los socios.

El exjugador, leyenda de Boca, se impuso en las elecciones a un candidato que respaldaban Milei y el también expresidente argentino Mauricio Macri. Hace unos días, los aficionados de Boca desplegaron una pancarta en el césped de la Bombonera en la que se podía leer "El club es de los socios" a lo que respondió Milei contraponiendo la gestión privada y los éxitos del Manchester City con los de Boca Juniors.

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Rechazo total

Milei argumenta que la privatización del fútbol argentino abriría el paso a la inversión extranjería y sanearía los clubes, dando a entender incluso que existe un interés desde inversores de Inglaterra de entrar en clubes del país. Aún así, en este aspecto la unidad de los equipos argentinos es prácticamente unánime. Todos los grandes equipos del país, de River a San Lorenzo pasando por Racing, Independiente, Rosario Central, Newell's o Argentinos Juniors han mostrado su rechazo a la idea de Milei.

La última voz en posicionarse contra el polémico presidente es la del entrenador César Luis Menotti, historia viva del fútbol argentino. "Yo nací en un club", contaba esta semana en referencia a su vínculo vital con Rosario Central, "privatizar un club es como robarle la plata a un trabajador".