Efectos secundarios

Las elecciones gallegas son elecciones autonómicas, no generales, sin duda, pero desde luego han tenido bastantes efectos secundarios a nivel nacional. Uno de los más interesantes es que, de repente, el programa electoral del Partido Popular incluye la oferta de indultos para los independentistas catalanes, incluido Carles Puigdemont. La maniobra de Alberto Núñez Feijóo de anunciar esa nueva iniciativa en mitad de la campaña ha tenido el efecto contrario al que sus críticos suponían. No le ha quitado votos ni ha introducido la confusión entre sus votantes, sino que, al revalidar la mayoría absoluta, el secretario general popular puede acudir ya a unas futuras elecciones generales con los indultos plenamente incorporados al programa y ya sin debate interno. Al fin y al cabo, el electorado más clásico del PP, el gallego, los ha convalidado sin pestañear y sin dar ni un voto a Vox. Excelentes noticias para Feijóo y para los eventuales indultados y bastante malas para Isabel Díaz Ayuso, que ve alejarse uno de sus principales argumentos, llegado el momento, para debilitar el liderazgo interno de su jefe. Verdaderamente, las elecciones gallegas le han salido redondas a Feijóo.