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Berlinale 2024 | La película española que propone la hibernación de los humanos

La directora catalana Anna Cornudella debuta en Berlín con una historia íntima de ciencia ficción que busca las huellas del ser humano en la naturaleza y cómo sobrevivir a un futuro desolador

Fotograma de 'The human hibernation' / CEDIDA

Berlín

Dado que la destrucción del planeta no se va a frenar negándola ni minimizando el impacto evidente de sus efectos, la bióloga Donna Haraway sugiere como salida una alianza multiespecies. Lo hace en Seguir con el problema, una suerte de manifiesto fundacional para una nueva civilización en el que hibrida la utopía con el hecho científico y el relato de pequeñas experiencias que apuntan en esa misma dirección. Si hubiera que adaptar ese ensayo al cine, tendríamos que acercarnos al trabajo de Anna Cornudella, una artista interesada en el arte, en la ciencia, en el cine y en el futuro del planeta, como demuestran sus trabajos hasta la fecha.

La directora catalana se plantea la siguiente pregunta: ¿Qué pasaría si el ser humano hibernara durante los meses más fríos del invierno, como hacen ya otros animales? La formula, la cineasta, en su primera película, The human hibernation, donde juega con la ciencia ficción con un tono íntimo en su propuesta presentada en la Berlinale. El argumento es sencillo, una mujer despierta de su hibernación, mientras su hermano siga durmiendo. "El proyecto empezó para el MACBA un mes antes del confinamiento, cuando aún no se temía el COVID y era como ese momento que todo el mundo se reía un poco. Me acuerdo que mucha gente me mandó emails bromeando sobre la que había liado. Me pareció curioso ver cómo esta cosa que yo planteaba en la película de cuando el ser humano echa un paso atrás, que de alguna manera ocurriese de repente. Es como una demostración del poder de la naturaleza y del resto de animales, decía la directora en la Cadena SER.

Anna Cornudella es una artista multidisciplinar que trabaja principalmente como directora, pero también como directora de arte. Se licenció en cine en la ESCAC y desde entonces ha trabajado tanto en teatro, como en cine y video-arte. Su trabajo se mueve entre el cine y la ciencia, centrando su interés en el ser humano, el individuo y las estructuras jerárquicas dentro de la sociedad. De ahí que este proyecto continúe una línea de investigación que lleva ya tiempo iniciada. "El proceso de investigación ha sido larguísimo. Cuando empecé contacté con uno de los investigadores de la NASA y con un investigador de la Agencia Espacial Europea que están estudiando la hibernación para aplicarla a los viajes espaciales. Pero no hay mucha gente que esté investigando en ese sentido. Ellos me ayudaron mucho y trazamos las líneas de cómo sería el humano si hibernara", explica Cornudella.

En realidad, se ha inspirado en la hibernación de los osos. "Las marmotas son el único mamífero que hiberna en familia, en grupos familiares. Y me gustaba aplicar esa idea a los humanos, de cuando despiertan cómo reconstruyen sus grupos familiares, las estructuras familiares, como cambiar un poco los esquemas de la estructura familiar que conocemos". La idea era buscar a personajes que fueran personas reales y seguirlas en su entorno. Realizó entrevistas sin tener todavía el guion, que se fue construyendo con ellos. Cruzaron todo Estados Unidos buscando granjas y personas que tuvieran una sensibilidad especial hacia los animales. "Sus historias generaron un montón de capas narrativas y a la vez. Y la verdad que a partir de estas historias fuimos trazando todo el guion de la película".

Su trabajo nos lleva al estudio de Haraway, para entender, con humildad, la vida y la relación con el resto de especies de otra manera y a mirar a la ciencia desde otro lugar diferente al que se mira en la sociedad actual. The human Hibernation es la historia de una búsqueda, la de una alternativa a una vida que está acabando con el planeta. La búsqueda de una utopía social. "No me apetecía hacer una distopía. No quería. Lo visualizaba más como una especie de utopía. No queremos un miedo que no es hacia el futuro, que es un miedo de cómo nos hemos estado relacionando con nuestro entorno y con el resto de especies, porque básicamente no hemos escuchado a nuestro entorno", dice en ese sentido la directora que piensa que la reflexión hacia la naturaleza es ahora mismo una de las cosas más importantes. "La película deja abiertas un montón de cosas y deja que el espectador se pueda imaginar una sociedad futura", añade Cornudella que propone uno de los pocos relatos cinematográficos que no es pesimista con el futuro, sin dejar de ser realista.

Lo cierto es que ser humano, como especie, posee ya en su organismo el genoma de la hibernación y muchos experimentos científicos se centran en esto y lo que hace Cornudella es poner el arte, la imagen, al servicio de esta reflexión. Si Haraway juega con la metáfora, con la formación de palabras, como antropoceno, capitaloceno o Chtuluceno, para incidir en las historias y prácticas multiespecies que permanecen en riesgo en estos tiempos precarios en los que el mundo no está terminado, la cineasta expresa eso en metáforas visuales y en imágenes que nos trasladan a la naturaleza. "Cuando pones a hibernar al ser humano, le quitas el control y dejas que esté controlado por la propia naturaleza y sus ritmos. No puedes escapar de los ciclos y eso era fundamental para ponerlo a la altura de otras especies. Por ejemplo, quería que las vacas tuvieran como una especie de papel, como casi estar por encima del ser humano, porque creo que es un animal que subestimamos muchísimo, consideramos que son animales tontos, cuando tiene una gran sensibilidad de grupo, de colectivo y se cuidan unas a otras. Son valores mucho más fuertes que los valores que tiene el ser humano". Planos en medio de árboles, de paisajes y una ausencia de diálogo hablado, hacen de esta película una suma de pequeños detalles.

Pepa Blanes

Es jefa de Cultura de la Cadena SER. Licenciada...