La primera nave privada aterriza en el polo sur de la Luna
Con una órbita más de las previstas, el módulo de aterrizaje Odiseo ha conseguido ser la primera nave espacial desarrollada por una empresa privada que logra aterrizar en la superficie de la Luna
Además, es la primera nave con bandera de Estados Unidos que lo logra desde hace 52 años, cuando alunizó el Apolo 17 en 1972.
Este módulo de aterrizaje lunar mide 4,3 metros de altura, pesa 675 kilos y ha sido desarrollado por una empresa espacial de Estados Unidos, Intuitive Machines.
“Podemos confirmar, sin ninguna duda, que nuestro equipo está en la superficie de la luna transmitiendo señal", ha asegurado el jefe de control de esta misión.
El pasado miércoles sus motores frenaron su trayectoria y Odiseo logró insertarse en una órbita de la Luna, situada a unos 90 kilómetros de altura de su superficie y, desde allí, ha enviado a la Tierra sus primeras imágenes lunares, como la de un cráter de 50 kilómetros de diámetro.
Sin embargo, lo más importante de esta misión es su lugar de aterrizaje: una zona lunar cercana al cráter de Malapert, que está a unos 300 kilómetros de distancia del Polo Sur lunar.
Y esta área es muy importante, porque es una de las seleccionadas ya por la NASA para que aterrice allí la primera tripulación de astronautas que, dentro de unos 2 años, tiene previsto regresar a la superficie de nuestro satélite, una complicada operación que no se realiza desde hace más de 50 años.
Esta nave espacial privada despegó el pasado el 15 de febrero desde la base espacial de Cabo Cañaveral, situada en Florida (EE.UU.), y fue impulsada al espacio por un cohete “Falcon 9” de SpaceX.
Fracaso previo
Hace un mes, otra empresa privada de Estados Unidos, Astrobotics, logró lanzar al espacio un módulo lunar muy parecido, de nombre “Peregrino”, pero, aunque también despegó con éxito a comienzos de enero, la nave sufrió un escape de combustible en su sistema de propulsión y acabó haciendo un viaje de retorno a la atmósfera terrestre para una destrucción controlada.
La misión de Odiseo se enmarca dentro del programa Servicios Comerciales de Carga Útil Lunar (CLPS) de la NASA, con el que la agencia espacial estadounidense encarga a empresas privadas el transporte a la Luna de instrumentos científicos y tecnológicos necesarios para las tripulaciones de las misiones Artemis.
Trabajo en la Luna
Odiseo carga en su interior doce cargas útiles y entre ellos está la primera obra de arte que los seres humanos envían a la superficie de la luna: una serie de pequeñas estatuas realizadas por el artista plástico Jeff Koons.
Además, la NASA ha preparado varios experimentos científicos para mejorar la precisión de los aterrizajes en la Luna o un equipo para intentar mejorar las comunicaciones con la Tierra desde el Polo Sur lunar, una zona de difícil acceso, pero donde hay importantes reservas de agua congelada en el interior de sus cráteres donde nunca llegan los rayos del sol.
Solo 7 días
Después del aterrizaje, el módulo Odiseo solo dispone de siete días para poder realizar sus experimentos científicos, porque en una semana llega la noche lunar al Polo Sur y las baterías de esta pequeña nave no podrán volver a cargarse gracias a sus paneles solares.
Según esta compañía privada, el éxito de la misión "sentará las bases para una economía lunar próspera, abriendo nuevas posibilidades de investigación, comercio y exploración, y acercando el sueño de la humanidad de convertirse en una especie multiplanetaria".
Javier Gregori
Periodista especializado en ciencia y medio ambiente....