La trama del ‘caso Koldo’ escondió en Brasil y Luxemburgo 2 millones de beneficios tras las mordidas para llevarse los contratos de mascarillas
La Fiscalía Anticorrupción no tiene duda que los principales investigados ocultaron allí parte del dinero “con el objeto de dificultar el seguimiento y la trazabilidad del dinero”
Los principales investigados por la compra fraudulenta de mascarillas del ‘caso Koldo’ escondieron parte de los beneficios tras el supuesto pago de mordidas en Brasil y Luxemburgo con la intención de no dejar rastro. Durante la investigación realizada por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil se comprobó que parte de las ganancias obtenidas por Soluciones de Gestión, gracias a los contratos en los que intermedió Koldo García - mano derecha de José Luis Ábalos-, se ocultaron en una cuenta corriente de Brasil “con el objeto de dificultar el seguimiento y la trazabilidad del dinero”, según consta en la querella presentada por la Fiscalía Anticorrupción, a la que ha tenido acceso la Cadena SER. Los investigadores detectaron un pago de 508.939,33 euros por parte de Soluciones de Gestión que tenía como destinatario una cuenta de la entidad brasileña BANCO ITAU BBA, que pertenecía a SURO CAPITAL BRASIL PARICIPACOES SL - perteneciente al grupo CUETO-, propiedad de Juan Carlos Cueto.
Una conversación entre dos empresarios implicados en el caso Koldo salpica al exministro Ábalos
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El empresario Juan Carlos Cueto es una figura clave en esta supuesta organización criminal. Es la persona que “realmente controla la sociedad Soluciones de Gestión”, es decir, quien realmente movía lo hilos de la trama según investigaciones realizadas. Prueba de ello es que se comprobó que Soluciones de Gestión había sido utilizada “como una empresa instrumental en un proyecto común de Víctor de Aldama – otro de los supuestos cabecilla- y de Juan Carlos Cueto, porque habrían sido los responsables de los contratos bajo investigación”. A ellos dos, el presunto amaño de contratos, gracias a la supuesta influencia de la mano derecha del exministro, José Luis Ábalos, les reportó un beneficio económico de 9,6 y 5,5 millones de euros respectivamente.
La trama no solo ocultó el dinero de las mordidas en Brasil, también buscó refugio en Luxemburgo. Una de las empresas de Víctor Gonzalo de Aldama, la compañía MTM 180 CAPITAL, destinó parte de los fondos que recibía de Soluciones de Gestión a una sociedad luxemburguesa llamada STRONGHOLD PARTNERS. En concreto, según la información que maneja la Fiscalía Anticorrupción, “se observa que con los fondos transferidos por SOLUCIONES DE GESTIÓN unidos a la constitución de un préstamo por importe de 1.000.000 €, se realiza una transferencia por importe de 1.600.150,50 €, que habría sido destinada a la sociedad STRONGHOLD CREDIT SL”, una sociedad de crédito que está participada por STRONGHOLD PARTNERS SL, la cual tiene como único accionista la sociedad luxemburguesa STRONGHOLD TOPCO S.A.R.L.
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Durante la investigación se ha descubierto además que parte de las plusvalías de Soluciones de Gestión, obtenidas a consecuencia de los 53 millones en las adjudicaciones de los contratos de mascarillas, se destinaron a la compra de fincas rústicas en el Barco de Valdeorras (en Carballeda de Valdeorras, en Ourense). Estas fincas fueron adquiridas por Soluciones de Gestión “para después ser traspasadas a la Comercializadora Pizarras Santa Barbara, integrada en el Grupo Cueto”, según recoge la Fiscalía Anticorrupción.
Los investigadores también han comprobado cómo el propio Koldo García recurría a diferentes traspasos de dinero de una cuenta a otra, "a través de una excesiva complicación de las operaciones bancarias que se interpreta como una maniobra para tratar de dificultar su trazabilidad".
Cueto y el caso Defex
El empresario que controlaba a la empresa adjudicataria de los contratos de mascarillas es Juan Carlos Cueto, un viejo conocido de la justicia española que está implicado desde 2014 en el caso Defex, una de las mayores tramas de corrupción por la venta de armas, que fue destapada por la Cadena SER. A Cueto le abrió juicio oral la Audiencia Nacional ya en 2019 por ser uno de los cabecillas de la trama de cobro de comisiones millonarias con la venta de armas en Angola y le piden 55 años de cárcel.
Su implicación en la organización criminal era pública y notoria desde hace 10 años, pero ello no fue óbice para que el asesor de Ábalos conversara con él y propiciara, supuestamente, la contratación de su empresa a cambio de comisiones. Es precisamente una conversación de Cueto con otro empresario la que, como ha avanzado la SER, salpica a José Luis Ábalos en la trama.