Velázquez-Gaztelu, el maestro de la radio que escuchó por primera vez 'Entre dos aguas'
A sus 82 años, se levanta cada día a las seis y media de la mañana, camina 7 kilómetros y 300 metros por el madrileño parque del retiro y luego pasa ocho horas sentado preparando los guiones de sus programas, artículos para prensa, poemas y alguna que otra conferencia que le suelen encargar
Madrid
José María Velázquez-Gaztelu tiene cuarenta años de antena a sus espaldas, 50 horas de programas de televisión en el archivo de Televisión Española, y una colección de cinco mil discos en su casa de Arcos de la Frontera.
Allí los llevó al inicio de la pandemia, donde pasó el confinamiento, y a la que acude con regularidad para consultar los discos que en ocasiones utiliza en Nuestro Flamenco, el programa decano de flamenco en la radio española, sucesor de Rito y Geografía del Cante, que sigue siendo hoy un museo sonoro vivo de la historia del flamenco de nuestro país. A sus 82 años, se levanta cada día a las seis y media de la mañana, camina 7 kilómetros y 300 metros por el madrileño parque del retiro y luego pasa ocho horas sentado preparando los guiones de sus programas, artículos para prensa, poemas y alguna que otra conferencia que le suelen encargar.
"Aunque caminar es lo que me mantiene vivo", explica al otro lado del teléfono desde su casa, horas antes de coger un tren para asistir como público al Festival de Flamenco de Jerez. Un festival que abre con un espectáculo de Sara Baras homenaje a Paco de Lucía, el guitarrista que José María conoció en los años 60, antes de que se convirtiera en un icono universal y antes de las varias entrevistas que le grabó para Televisión Española. Aunque la más importante, o de la que más orgulloso se siente, se emitió el 21 de mayo de 1973, en el capítulo 78 de su Rito y Geografía del Cante. Fue en la casa familiar de Paco en Algeciras, con sus hermanos y algunos de sus amigos íntimos, como el poeta Félix Grande o Camarón. Una joya de la televisión que hoy recuerda cuando se cumplen diez años de la muerte de Paco de Lucía.
¿Cómo fue esa grabación? ¿Qué retrato pretendía hacer de Paco de Lucía?
Lo que nosotros intentábamos en este programa, era llevarnos al artista a un medio natural, a su contexto natural, donde él se desarrollaba de manera distinta y con una actitud diferente a la que podía tener en un gran teatro. Paco, naturalmente, era un artista internacional que se recorría los escenarios más prestigiosos del mundo. Sin embargo, nosotros lo queríamos retratar en su intimidad familiar, con su padre, sus hermanos o sus amigos íntimos. En el programa aparecen muchos de ellos. Le acompaña el poeta Félix Grande o el propio Camarón, con el que bromea Paco. Grabamos al guitarrista en su habitación de infancia, porque todavía vivía con sus padres, aún estaba soltero. Nos recibió con un batín que había traído de Japón, un paño de seda muy elegante con el que se sentía muy cómodo. Así queríamos retratarlo y eso hicimos. Paco se sintió muy cómodo con nosotros, lo grabamos sentado en su sofá, en el lugar donde trabajaba, donde estudiaba y componía con su magnetofón y su guitarra. Y esa intimidad, donde él estaba absolutamente cómodo, nos permitió conseguir que se mostrara de una manera distinta. Eso permitió que su palabra adquiriera una dimensión de sinceridad muy distinta a la que podía tener en otras circunstancias. Y poder grabar ese toque cálido y cercano, para él mismo y para su familia, para su gente, para su padre. Y ese Paco tan íntimo, tan próximo, tan cálido, era el que nosotros queríamos descubrir, y yo creo que lo conseguimos. Y tanto.
La entrevista se grabó meses antes de la publicación de Fuente y Caudal, el álbum que contiene su famosísima Rumba Entre dos aguas. Una composición que toca por primera vez en vuestro programa. Podemos decir que fue usted uno de los primeros testigos de una canción que se convertiría en himno mundial
Paco nos brindó un regalo, que yo digo que es el mejor y más preciado que podía recibir la serie de Rito y geografía del Cante. Entonces estábamos grabando y de pronto termina una pieza, yo no me acuerdo ya, no sé si era la taranta o si era la soleá. Y entonces llamó, que estaba allí también presente, entre otros amigos y familiares, a Juan Carlos Rebato, que era un guitarrista muy amigo suyo, y le pidió que hiciera Juan Carlos Rebato de segunda guitarra, y Paco hizo de primera guitarra. Y por primera vez y en exclusiva, y digamos que, sin exagerar, a modo de estreno mundial, se puso a tocar por primera vez y a grabar por primera vez, Entre dos aguas.
En esa entrevista, en la casa de Paco, está también Camarón ¿Cómo era la relación entre ambos?
Ambos se adoraban y se querían muchísimo. Creo que como si fueran hermanos. Había entre ellos una reciprocidad de cariño y de admiración extraordinaria. Tenían una unión y un corazón común latiendo.
Enrique García
(Sevilla, 1994) Corresponsal en Bruselas, siguiendo y explicando la política comunitaria. Antes, redactor...