Miriam Rodríguez está de estreno: la artista acaba de publicar «Líneas rojas», su tercer álbum desde que saliese de la academia de «Operación Triunfo» en la edición 2017, donde concursó con artistas como Amaia o Aitana y donde consiguió llegar a la final y clasificarse como tercera finalista. Siete años después de su participación en el concurso, la artista ha querido abordar cómo vivió la experiencia y las complicaciones que sufrió al comenzar una carrera en solitario después del aislamiento en la academia. «El cronómetro que hay cuando tú sales de esa academia muchas veces no lo puedes decidir al 100%, porque esto funciona así. Ese funcionamiento es el que tú has firmado antes de entrar. No puedes ir en contra de eso, tú has decidido estar ahí, tú has decidido meterte ahí, te lo han dicho antes de entrar, es lo que hay, ¿no? Luego sí que es verdad que hay un punto necesario y que nos pasa a todos los artistas, de búsqueda a uno mismo», ha asegurado en una entrevista en la Cadena SER. Rodríguez también ha señalado que nadie sabe «la magnitud» de lo que llega al entrar en el concurso. «Gestionar todo eso y gestionar todo lo que pasó después ha sido duro, ha habido momentos muy duros. Lo gestionaba como buenamente he podido, de la mejor manera posible. Me ha afectado también el haberlo tapado mucho internamente, pero he llegado a un punto de sacar todo el lado positivo de todo lo que ha pasado, bueno y malo, aprender de todo», añade. «Miro atrás y el balance de haber pasado por OT, a pesar de que tiene sus peajes, porque todo el mundo sabe a lo que te enfrentas cuando entras en un programa como OT, ha sido positivo», asegura, orgullosa de su participación en el programa con sus luces y sombras.