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Polémica en Alemania por las críticas a Israel durante la ceremonia de entrega de premios de la Berlinale

Políticos de todo el arco parlamentario, medios de comunicación y representantes del mundo de la cultura han salido en tromba contra la supuesta pérdida de equidistancia

Basel Adra y Yuval Abraham reciben premio al mejor documental por 'No Other Land'. EFE/EPA/CLEMENS BILAN / CLEMENS BILAN (EFE)

Berlín

La Berlinale cierra su 74º edición más política que nunca, lo cual es mucho decir para un festival conocido internacionalmente por su compromiso. Arrancó con la polémica retirada de invitaciones a los diputados del partido de ultraderecha AfD, junto a protestas contra la extrema derecha en la gala inaugural y concluye salpicada por acusaciones de genocidio y apartheid a Israel en su ceremonia de entrega de premios. Con la circunstancia de ser la última edición para los actuales directores, Mariette Riesenbeck y Carlo Chatrian, quienes ceden el testigo a la estadounidense Tricia Tuttle.

Pero ha sido el protagonismo del conflicto de Oriente Medio, altamente sensible en Alemania, el que ha originado el escándalo. Varios invitados a la ceremonia de entrega de los Osos de Oro y Plata llevaron a la espalda mensajes de alto el fuego en Gaza. El director estadounidense Ben Ruseell, lució un pañuelo palestino al subir al escenario y acusó a Israel de genocidio con sus bombardeos sobre la densamente poblada Franja de Gaza. Le siguieron el activista palestino Basel Adra y el periodista israelí Yuval Abraham, quienes recogieron el premio al Mejor Documental por Other Land, sobre la violencia de los colonos israelíes en los territorios palestinos de Cisjordania. “Estoy aquí celebrando el premio, pero también es muy difícil para mí hacerlo cuando hay decenas de miles de mi gente siendo masacrados, masacrados por Israel en Gaza. Le pido a Alemania, ya que estoy aquí en Berlín, que respete los llamamientos de la ONU y deje de enviar armas a Israel", indicó el joven. Ambos discursos fueron recibidos con aplausos por los asistentes a la gala y ninguno de los responsables intervino ni respondió.

Basel Adra  y Yuval Abraham, sobre el escenario. EFE/EPA/CLEMENS BILAN

Basel Adra y Yuval Abraham, sobre el escenario. EFE/EPA/CLEMENS BILAN / CLEMENS BILAN

Para inflar aún más la polémica, en la cuenta de Instagram del festival apareció una publicación que mostraba el lema ‘Palestina libre: del río al mar’, que simboliza una Palestina sin Israel, y que fueron publicadas también en otras redes sociales.

La dirección del festival se ha distanciado rápidamente de los hechos. A través de un comunicado explica que la publicación de Instagram ni procede de la Berlinale ni representa su postura. Su cuenta de Instagram fue hackeada, por lo que han puesto la correspondiente denuncia. En cuanto a las declaraciones de los galardonados, recuerda que “son opiniones independientes e individuales, que de ninguna manera reflejan la posición del festival”.

Acusaciones de parcialidad

Políticos de todo el arco parlamentario, medios de comunicación y representantes del mundo de la cultura han salido en tromba contra la supuesta pérdida de equidistancia. Critican, especialmente, las acusaciones unilaterales contra Israel sin mencionar el ataque terrorista de Hamás el 7 de octubre. Sin embargo, al inicio de la gala, la codirectora de la Berlinale, Mariette Rissenbeek, dejó claro que en el festival “no hay lugar para discursos de odio, antisemitismo, odio antimusulmán y cualquier forma de discriminación”. Describió la guerra de Gaza como una “catástrofe humanitaria”. “Pedimos a Hamás que libere inmediatamente a los rehenes y pedimos a Israel que haga todo lo posible para proteger a la población civil en Gaza y garantizar que la paz duradera pueda regresar a la región. Los combates deben cesar”, insistió.

El Senado de Berlín, de mayoría conservadora, y la titular de Cultura del Gobierno, Claudia Roth, de Los Verdes, han anunciado una investigación. Hablarán también con la nueva directora del festival para evitar futuras repeticiones. Roth ha lamentado que las declaraciones fueran unilaterales “y se caracterizaran por un profundo odio hacia Israel”.

En la misma línea insiste el ministro de Justicia, el liberal Marco Buschmann, para quien además, podría haber consecuencias legales. En declaraciones a los periódicos del grupo Funke, ha recordado que el derecho penal dispone de recursos suficientes para castigar las declaraciones antisemitas, como el uso del lema ‘Palestina del río al mar’, que podría entenderse como un respaldo a las matanzas cometidas en Israel como parte de los ataques de Hamás en octubre de 2023. “Premiar y alabar delitos es un delito penal”, afirma Buschmann. En Alemania está penada la difusión de propaganda o símbolos de organizaciones inconstitucionales y terroristas como Hamás. Para el ministro, “la Berlinale sufrió graves daños en su imagen al no haber cuestionado el antisemitismo”.

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El Gobierno alemán también ha declarado “inaceptable”, los comentarios unilaterales e incluso el canciller Olaf Scholz se ha pronunciado al respecto. Según la portavoz adjunta del Gobierno, Christianne Hoffmann, el canciller está de acuerdo en que “no se puede permitir que se mantenga una postura tan unilateral”. En cualquier debate sobre este tema, precisa, “es importante tener en cuenta cuál fue el acontecimiento que dio lugar a esta escalada del conflicto en Oriente Medio, que fue provocada por el ataque de Hamás el 7 de octubre”.