Cuba llega a una situación límite a nivel de abastecimiento y pide ayuda al programa mundial de alimentos
Lo ha hecho solicitando leche en polvo para los niños, aunque carece también de cereales, con lo que conlleva carestía en pan y derivados. Todo ello forma parte de lo que allí se denomina canasta básica, pero que en el resto del mundo conocemos como cartilla de racionamiento
Madrid
Cuba ha pedido ayuda al programa mundial de alimentos. No ha sido el gobierno cubano quien ha informado de tal solicitud, sino el propio PMA de la ONU, un organismo que reconoce que esta es la primera vez que Cuba les pide ayuda, y lo ha hecho para que les faciliten suministro de leche en polvo para los niños menores de 7 años. El gobierno cubano no la incluye en las cartillas de racionamiento, pero la puedes encontrar en el mercado privado cubano a un precio de 350 gramos por casi 40 euros.
Desde la pandemia, la ya de por sí precaria situación en Cuba, ha entrado en una derivada, en la que falta de casi todo lo importante, que el 80% de los cubanos recibía en su cartilla de racionamiento. Allí hay una casilla para la pasta dentífrica que hace años que no se rellena, al igual que el jabón y los productos de higiene. Subiendo en la pirámide alimenticia, se ha distanciado en el tiempo la carne de pollo, la de puerco o cerco pueden pasar meses sin recibirse, al igual que la de vacuno.
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La desesperación de los cubanos por conseguir alimentos o medicinas, les lleva a pasar cinco o seis horas de cola para conseguir las escasas unidades que llegan a las bodegas del estado (tiendas de venta directa).
El programa mundial de alimentos ha enviado un primer suministro con carácter urgente, reconociendo la necesidad de Cuba, una necesidad que se extiende también a los cereales y sobre todo al trigo. Esa carencia ha llevado a miles de cubanos a no comer pan, que es uno de los alimentos básicos diarios de la población. Harina hay, pero está en manos de particulares, que ofrecen el producto en el mercado libre a unos precios que el cubano de a pie no puede afrontar.
Desde diciembre, una situación que era mala se ha agudizado con el desabastecimiento. El periodista José Luis Tan Esterada, de Camagüey, una de las provincias cubanas, aseguraba que aunque ha habido escasez de productos puntuales, no hay precedentes a lo que se vive hoy. La carne de cerdo que no hay para la cartilla de racionamiento, se puede comprar en el mercado privado por 400 pesos (casi 15 euros) la libra (el medio kilo), y tres tomates llegan a costar 200 pesos (más de 7 euros).
Ciudadanos cubanos con los que hemos hablado para la producción de este artículo nos cuentan que la cartilla básica de este mes no incluía azúcar, apenas medio kilo de carne para todo el mes. La del mes pasado, no tenía ni harina, y tampoco pan. El gobierno cubano no ha comentado esa solicitud de leche en polvo para los niños al PMA.
Victoria García
En la SER, desde hace casi tres décadas, con algunas ausencias. Antes en Antena3 Radio y TV. Trabajé...