"La obsesión por la salud es un mal de las sociedades más avanzadas": La advertencia de un médico ante la hipocondría
Fernando Fabiani es médico de familia con décadas de experiencia y autor de 'La salud enferma: Cómo sobrevivir a una sociedad que no te permite sentirte sano'
"La obsesión por la salud es un mal de las sociedades más avanzadas": La advertencia de un médico ante la hipocondría
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Madrid
En todos estos años trabajando cara a cara con los pacientes, Fernando Fabiani se ha dado cuenta de una realidad: cada vez estamos más hipervigilantes con los síntomas y obsesionados con la salud. Todas sus reflexiones sobre el tema las ha recogido en un libro titulado 'La salud enferma', publicado por la editorial Aguilar. En el Faro Hiper, el Doctor nos ha explicado los riesgos que supone la hipocondría.
¿Desde cuándo notas tú que estamos obsesionados con la salud?
Sin duda es un mal del siglo XXI y de las sociedades más avanzadas. Es curioso, pero hay datos que demuestran que los lugares del planeta en el que los niveles de salud son mejores de manera objetiva, a veces tienen un nivel de la autopercepción de su salud peor. Nos llenamos de un montón de preocupaciones acerca de nuestra salud, que muchas veces lo que hacen es alejarnos de ella.
¿A qué lo achacas?
Una de ellas es que nuestra sociedad ha idealizado el concepto de salud. Creemos que la salud es un estado absoluto de bienestar, sin la mínima molestia, sin el mínimo malestar, sin la mínima inquietud, sin el mínimo picor, e inevitablemente nos sentimos frustrados, porque esos sentimientos absolutos son algo muy pasajero. La sociedad en la que vivimos ha comprobado, y probablemente por el punto más capitalista o más comercial de nuestra sociedad, que al final el miedo a la enfermedad vende. Y ante eso buscamos la solución rápida, que puede ser un complejo vitamínico, un seguro privado de salud, hacerte muchas pruebas o comprar ese alimento que en etiquetas en el supermercado promete que te va a hacer, por ejemplo, subir las defensas.
Tú dices que normalmente los adultos tenemos una media de cuatro síntomas al día, pero eso no significa que estemos enfermos...
Muchas veces no son síntomas, sino señales de que tu cuerpo está vivo. Por ejemplo, te levantas y ves que te tira la espalda. Y empiezas a revisar lo que hiciste ayer y estuviste toda la tarde en el sofá viendo series. Pues tu espalda se está quejando, te está diciendo: "Levántate, muévete". Eso no se merece que le demos la categoría de síntomas, porque detrás no hay ninguna enfermedad propiamente dicha.
¿Cómo podemos distinguir entre estar hiper vigilantes o ser responsables con nuestra salud?
Por una parte creo que es importante entender que nuestra sociedad vive en una dualidad permanente, nos llegan mensajes que dicen que más vale prevenir que curar y a la vez que no vayas al médico porque siempre te sacan algo. Seguramente la clave está en una cosa que que yo defino como el como el PTI, la paciencia y tolerancia a la incertidumbre. Si van evolucionando las cosas bien, no aparece un síntoma grave y no aparece algo que sea preocupante, me puedo permitir esperar para ver si es una pequeña molestia que se resuelve sola. Cuando aparecen datos que hacen que hay que consultar, como un dolor en el pecho, vómitos, sangre o un dolor insoportable entonces hay que acudir al médico.