Los padres no

Madrid

Los índices de natalidad en España están por los suelos y no es extraño. Siempre que se debate este tema se pone el foco en las dificultades que tienen las madres para conciliar, pero nunca se habla de los padres. Claro está que las estadísticas recogen los hijos por mujer porque es el dato más inequívoco, pero las estadísticas dicen que la tasa de fecundidad de los hombres está por debajo de la nuestra. Por la precariedad, dicen, pero también influye el modelo sexoafectivo que se ha impuesto en las últimas décadas.

De hecho, una de las mayores dificultades que tiene cualquier mujer que quiera ser madre es encontrar pareja, una estable con la que establecer un vínculo lo suficientemente seguro como para llevar a cabo la tarea de cuidar, criar y educar a un ser humano. En los veinte tienes que pasártelo bien y experimentar, en los treinta empiezas a buscar, pero ellos siguen queriendo pasárselo bien y cuando a alguno se le empieza a despertar el gusanillo de los hijos ya te han dado los cuarenta.

Por eso algunas optan por ser madres solas. Y así somos nosotras otra vez las que nos cargamos con el deber de reproducir la especie y parir cotizantes a la seguridad social mientras a ellos nadie les pregunta por qué aún no han tenido hijos ni sienten presión por no procrear. Estoy generalizando, claro está, pero preguntadles a ellas y os dirán que no hay alternativa, que el modelo de sexualidad que se ha impuesto es el de los encuentros esporádicos sin compromiso, lo cual no supondría problema alguno si hubiera más margen para escoger. Tener hijos debería ser una experiencia compartida y no un lujo al alcance de pocas. Por eso ya es hora de que la pregunta de "¿por qué no tienes hijos?" se la hagamos a ellos.