Ha ocurrido este jueves a primera hora de esta mañana en un barrio del sur de la ciudad de Gaza. El ejército israelí ha abierto fuego contra una multitud desesperada e inquieta concentrada en una glorieta por la llegada de ayuda humanitaria. Israel dice que su ejército abrió fuego al sentirse amenazados por la turba. No se sabe con certeza cuántos muertos ha provocado el incidente, pero son decenas, más de cien, según algunas fuentes palestinas. Hamás habla de una masacre. El Ministerio de Exteriores palestino ha dicho en un comunicado publicado en su página web que el incidente ha dejado «decenas de mártires y cientos de heridos» y ha achacado lo ocurrido a «disparos deliberados» por parte de militares israelíes. «Esto es parte integral de la guerra genocida por parte del Gobierno de ocupación contra nuestro pueblo», ha recalcado, al tiempo que ha señalado que el incidente «demuestra que Israel no escucha los llamamientos internacionales para que se proteja a los civiles y, de hecho, hace lo contrario». «Esta masacre es una nueva prueba del genocidio y las políticas de la ocupación para desplazar a la población por la fuerza, así como una nueva prueba a la comunidad internacional y los países que apoyan a Israel de que no hay alternativa a un alto el fuego inmediato, ya que es la única forma de proteger a los civiles», ha manifestado. En esta línea, la Presidencia de la Autoridad Palestina ha destacado que «la matanza de este gran número de civiles que buscaban sustento es parte integran de la guerra genocida por parte del Gobierno de ocupación contra el pueblo palestino». Asimismo, ha reclamado que las autoridades israelíes rindan cuentas ante los tribunales internacionales por estos «crímenes horribles» y ha recalcado que «las autoridades de ocupación israelíes tienen total responsabilidad» en lo sucedido, según ha informado la agencia palestina de noticias WAFA. En este sentido, ha criticado el silencio por parte de la comunidad internacional y ha dicho que esta situación ha animado a Israel a seguir «derramando sangre palestina», por lo que ha pedido una «rápida» intervención internacional para «detener la agresión». Horas antes, las autoridades gazatíes han señalado que la «horrible masacre» en la ciudad de Gaza, que ha dejado más de cien muertos y 750 heridos, tiene lugar «en el contexto del genocidio y la limpieza étnica contra la población de la Franja de Gaza», antes de subrayar que «la ocupación tenía intención premeditada de cometer esta horrible masacre». Tras el suceso, el Ejército de Israel ha indicado que «durante una entrega de ayuda humanitaria con camiones en el norte de la Franja de Gaza tuvo lugar un incidente violento por parte de residentes gazatíes que saquearon el equipamiento a su llegada». «Durante el incidente, decenas de gazatíes resultaron heridos tras ser pisoteados», ha manifestado, antes de asegurar que «los detalles del suceso están siendo revisados».