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Málaga 2024 | La ambiciosa 'Dragonkeeper' inaugura el festival y demuestra el gran momento de la animación española

Salvador Simó dirige esta coproducción con China en el gran año del cine de animación y abre un festival marcado por la sobredimensión, alguna polémica y las nuevas propuestas del cine español

Fotograma de 'Dragonkeeper: guardiana de dragones' / ACONTRA

Málaga

La industria de la animación en España ha vivido un año dulce en el sector. Ha competido en festivales internacionales como San Sebastián, Cannes, Annecy, ha logrado una nominación al Oscar y ahora consigue inaugurar uno de los certámenes escaparate de las tendencias de lo que queda de temporada. El Festival de Málaga dedica su primera jornada a Dragonkeeper: guardiana de dragones, película de animación que dirige Salvador Simó, director al que descubrimos aquí precisamente en 2018 con Buñuel en el laberinto de las tortugas.

Cuenta Simó que era admirador de niño de las películas de Indiana Jones, del cine de aventuras americano de los 80 y 90. Ahora firma una película de este género usando la animación en un ambicioso proyecto que han conseguido financiar con China y que se basa en las novelas de la escritora australiana Carol Wilkinson. "Hoy en día las películas de animación de cine familiar están cargadas de gags, uno detrás de otro. Y nosotros queríamos un poco recuperar la forma de contar las aventuras de los años 90 y 80, con las historias de aventuras que nosotros crecimos, Los Goonies, Indiana Jones y todo esto. Películas que te emocionaban cuando acababas la película y salías del cine o hasta habías realmente disfrutado una gran aventura. Entonces nosotros intentamos un poco recuperar esa forma de contar las historias en el cine de animación", defiende el director.

Cuenta la historia de una niña huérfana que, gracias a sus poderes mágicos, cuida de un dragón en la China de hace 2.500 años. En realidad, la protagonista es una niña esclava que se convierte en una verdadera guardiana de dragones en plena China imperial, época que exigía una ambientación documentada tanto en vestuario como en los escenarios. De ahí que Simó cofirme esta película con el director Jianping Li. "El trabajo del codirector chino ha sido un poco cuidar esa fidelidad con la cultura china. Todos recordamos en algún momento esa película de Misión imposible donde veíamos en Sevilla Las Fallas y nosotros queríamos que los chinos no sufrieran. Entonces hemos intentado que la película sea muy fiel a la cultura china y a lo que era la China de aquella época en la medida de lo posible, porque también hay una diferencia cultural muy grande entre como ellos cuentan las historias y como las hemos contado nosotros", añade.

Los dragones, antaño amigos y sabios aliados de los hombres, han sido perseguidos durante años y encerrados en mazmorras. Pero esta niña, con poderes, ayudará a escapar al último de los dragones de avaricios maestros y los deseos de inmortalidad del emperador. Dragonkeeper habla del destino, de romper las inercias sociales, de ser quién quieres a pesar de haber nacido en una familia de sirvientas. "Cuando cuentas una historia no solamente tienes que contar una peripecia, tienes que contar algo más. Y en este caso, los personajes que hacen ese viaje emocional durante toda la película son lo que nos cuentan. La película lo que cuenta es que todos podemos escribir nuestro destino y está en nuestras manos elegir cómo lo queremos hacer. Este es el viaje de la protagonista", dice el director de esta joven heroína que se equivoca, aprende por el camino y mira con su pureza a esos dragones con los que tiene una especial conexión.

Con música de Arturo Cardelús y dibujada a mano, para evitar el artificio de la animación por ordenador, el resultado es una película con mucho poderío visual y técnico que busca conectar con un público joven y que ha contado con un equipo encabezado por Abraham López Guerrero como director de animación, Elizabeth Castro y Fu Yan en el diseño gráfico, y la dirección técnica 3D de Víctor Sauco. "Hubiera sido mucho más barato utilizar texturas procedurales que aprietas un botón y se hacen solas. Pero claro, son texturas y colores muy artificiales. Entonces el look de la película sería más casi como un videojuego. Queríamos darle un toque mucho más artístico. Todos han hecho un gran trabajo para conseguir esa sensibilidad artística que intentamos dar con la película. Ese look un poco especial, aunque a veces también hay que ir con cuidado, porque si te pasas lo único que ves es qué es bonito y te pierdes un poco la historia. Yo creo que nosotros sí hemos intentado encontrar un equilibrio, mantener una sutilidad sobre todo para que trabaje para la historia", explica el director.

Siete años le ha costado levantar este proyecto, que se enfrentó a las diferencias culturales entre España y China y a una pandemia de Covid que ralentizó su rodaje y preparación. Es uno de los primeros grandes proyectos entre ambos países gracias al acuerdo para coproducciones con China firmado por España, no todos los países cuentan con ese aval. La película se ha proyectado en español, en China se ha doblado con voces del país natal respetando los acentos de la zona y su distribución internacional será en inglés.