Jesús Ceberio, exdirector de El País: "Aznar intentó engañar a un país entero"
Reflexionamos con el veterano periodista y con Jordi Évole sobre el papel de los medios de comunicación desde el ataque yihadista perpetrado en Madrid el 11 de marzo de 2004 hasta las elecciones generales que se celebraron tres días después
20 años del 11M: "Aznar intentó engañar a un país entero"
Madrid
El 11 de marzo de 2004 trece bombas colocadas por una célula yihadista en cuatro trenes de Cercanías en Madrid acabaron con la vida de 193 personas y provocaron casi 2.000 heridos. Apenas seis horas después el presidente del Gobierno, José María Aznar, llamó por teléfono a al menos cinco directores de periódicos de nuestro país para trasladarle su “certeza” de que los autores del ataque eran la banda terrorista ETA, tesis que el Gobierno del PP mantuvo durante los siguientes días, a todas luces pensando en las elecciones que se celebraron tres días después, el 14 de marzo.
Uno de los directores que le cogió el teléfono a Aznar fue el de El País, Jesús Ceberio, y de aquella comunicación nace La llamada (Debate, 2024). El periodista, que dirigió el diario editado por PRISA entre 1993 y 2006, explica que el Gobierno del PP –primero a través del secretario de Estado de Comunicación Alfredo Timermans y después con la famosa llamada del presidente– defendió la autoría de ETA "con carácter definitivo" en el mediodía del mismo 11 de marzo. "El Gobierno quería condicionar el relato desde el minuto uno. Hoy no tengo ninguna duda de que la pretensión era que los ciudadanos votaran el día 14, si no con la certeza de que hubiera sido ETA, sí al menos con la duda" –explica Ceberio–, que cree que "Aznar intentó engañar a un país entero". La idea era separar el atentado de la decisión de llevar a nuestro país a la guerra en Oriente Medio. "Lo que temían era que se penalizara el apoyo de Aznar a Bush en la guerra de Irak", sentencia.
Tras recabar la versión oficial del Gobierno, el entonces director de El País cambió el titular de portada de la edición especial vespertina que el diario llevó a los quioscos, sustituyendo "Matanza terrorista en Madrid" por "Matanza de ETA en Madrid". Un error que todavía hoy le perturba porque, en realidad, en la versión gubernamental "no había elementos probatorios que aportar". El periodista recuerda que la tesis de la autoría de ETA fue defendida por el Gobierno hasta que en la jornada de reflexión del 13 de marzo, cuando se detuvo a dos ciudadanos hindúes y tres marroquíes como presuntos implicados en el ataque, el entonces ministro del Interior, Ángel Acebes, introdujo la posibilidad de una posible colaboración o acuerdo –nunca probada– entre ETA y Al Qaeda. "Necesitaban sostener la participación de ETA porque entienden que esa duda todavía les podía dar réditos electorales".
El relato y las elecciones del 14M
La disonancia entre la información que el Ejecutivo daba en público de la investigación y las revelaciones que las fuentes de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado hacían a los periodistas marcaron los siguientes días a la matanza terrorista en las redacciones de buena parte de los medios de comunicación. Jordi Évole, director de Lo de Évole, ha charlado con periodistas del diario Abc, Televisión Española y la Cadena SER para su doble programa especial 11M: 20 años después.
Para el periodista catalán, "lo que más contaminó la información en esos tres días fue que el domingo había elecciones". Évole está seguro de que él también habría creído al presidente del Gobierno en los primeros momentos tras el atentado. "Lo que más me sorprende es cómo fueron capaces de mantener la mentira: Acebes decía el sábado que había habido detenciones y desveló la procedencia de los detenidos. En cambio, seguían defendiendo que la principal línea de investigación era ETA". En este sentido, cree que alargar la mentira les perjudicó aún más. "Si hubieran dado la información en tiempo real, teniendo tres días por delante, habrían tenido la oportunidad de remontar el relato. Llegan con la mentira hasta la misma tarde de la jornada de reflexión y eso es letal para el día siguiente".
El 14 de marzo de 2004, según los cálculos del gurú electoral del Partido Popular Pedro Arriola –con el que Ceberio habló para escribir su libro–, dos millones de votos habitualmente abstencionistas se movilizaron en su mayoría por el PSOE, una parte de Izquierda Unida optó por el voto útil para castigar al PP y cerca de seiscientos mil votantes populares cambiaron de opinión. Las últimas encuestas publicadas antes del atentado daban al PP una ventaja de al menos cinco puntos sobre el PSOE, pero Zapatero terminó aventajando a Rajoy en casi cinco puntos y obtuvo 1,2 millones más de votos que el candidato popular. Nunca sabremos exactamente qué papel jugaron las llamadas y las mentiras de Aznar en la derrota.
Antonio Vico
(Jaén, 1992) Ligado a la radio y a la Cadena...