Jabois, sobre el último libro de García Márquez: "A varias traiciones familiares le debemos algunas obras maestras de la literatura"

Madrid

"Este libro no sirve. Hay que destruirlo", dijo García Márquez a su familia, según cuenta hoy en La Vanguardia Xavi Ayén. Mañana se publica. Hay que usar esa expresión de bárbaros: acontecimiento editorial. También una traición familiar, por supuesto, que asumen los hijos. No parece ser que esta novela inacabada vaya a ser el caso, pero a varias traiciones familiares le debemos algunas obras maestras de la literatura, también la publicación de correspondencia íntima necesaria para entender figuras que ya son históricas. Hay algo que no me gusta, y es la justificación de los hijos de García Márquez. Ahora aludías a eso. “Mi padre dijo que nunca se publicase o que se destruyese ese libro, pero no lo destruyó él mismo”. El oficio de jugar a adivinar las verdaderas intenciones de un muerto es siempre un juego un poco extraño. Como cuando le dice uno de los hijos del genio a Ayén, respecto al principio de demencia de García Márquez, que quizá esa falta de facultades “era lo que le impedía darse cuenta de lo bien que estaba el libro". Me chirría. Son cosas que es mejor zanjarlas a la brava: este hombre era un genio de la literatura universal de tal calibre que su voluntad sobre su obra, una vez muerto, nos da igual: millones de personas quieren leer lo que dejó escrito. Es decir: su obra está por encima incluso de él, y como hijos somos responsables de revisarla y publicarla. Y al lío.