La ansiedad es mala consejera
Los socialistas tienen ante sí un grave problema: la trama Koldo de presunta corrupción. También ellos deben reaccionar con calma, con papeles, ofreciendo pruebas, demostrando, en vez de insultando, como finalmente ha hecho Armengol
El análisis de Xavier Vidal-Folch | La ansiedad es mala consejera
Madrid
No griten dentro de un cine que se llena de humo. Guarden la calma. Organicen la salida. No den golpes con estrépito ante un problema político, y menos, si hay posibilidades de que les beneficie. La ansiedad es mala consejera. Conduce a la precipitación. A atacar desde las tripas y no con argumentos.
La campaña a degüello contra el Gobierno Sánchez en la que cabalga el PP tiene alguna posibilidad de triunfo. Que al volver tan irrespirable el clima, miembros del Gobierno o de los grupos parlamentarios que le apoyan, se harten. Pero no es muy probable, porque esta coalición está bastante entrenada contra los asedios duros. Y no es fácil que, digamos, Junts, se pase a apoyar una moción de censura a favor de quienes solo proponen encarcelar a sus líderes.
Así que más vale hacer las cosas de la oposición bien, y a largo plazo, con paciencia. Todo llega, y previsiblemente también les llegará su turno. Pablo Casado tuvo prisa, y le costó caro. Albert Rivera se precipitó, y cayó al vacío político. Pablo Iglesias tenía urgencias, y se ha evaporado.
Los socialistas tienen ante sí un grave problema: la trama Koldo de presunta corrupción. También ellos deben reaccionar con calma, con papeles, ofreciendo pruebas, demostrando, en vez de insultando, como –finalmente– ha hecho la presidenta del Congreso, Francina Armengol. Si lo hacen con la ansiedad en la boca perderán tanto o más que el PP.
Xavier Vidal-Folch
Periodista de 'EL PAÍS' donde firma columnas...