"Me piden paciencia y confianza, pero llevo siete años sin saber nada de mi madre": el testimonio del hijo de una mujer desaparecida

Madrid

Cada día se registran medio centenar de denuncias por desaparición. La inmensa mayoría se resuelven en cuestión de horas o días, pero, lamentablemente, no siempre es así. Mañana es el Día de las personas desaparecidas sin causa aparente, una jornada en la que las familias piden una atención integral: facilidades en los trámites administrativos, atención psicológica y más medios para los investigadores. Algunos temen que no se resuelva nunca su caso; otros confían en que, algún día, llegará una respuesta, por dolorosa que sea.

La familia Pérez Elvira lleva 50 años buscando a Alberto, del que se perdió la pista en Lanzarote en 1973. Apenas tenía 13 años. "Me cría una vecina. Yo no entendía por qué yo no estaba con mis padres. Mi madre estaba siempre ausente, con la mirada perdida. Ahí es cuando entiendes que en casa pasa algo", explica su hermana Belén Elvira. No olvida la sensación de desesperación que les acompaña desde que su hermano no volvió a casa y se pregunta cómo puede desaparecer alguien cuando apenas había un avión a la semana en Lanzarote.

A lo largo de los años, ha tenido que escuchar rumores crueles en el colegio y todo tipo de teorías o pistas sin fundamento. La búsqueda en aquellos años se hacía "más por amistad, que por profesionalidad". La prueba de la falta de profesionalidad es que no se hizo un expediente de la desaparición y que, por fin, el año pasado la Guardia Civil les tomó muestras de ADN para cotejarlos, en el caso de que aparecieran restos humanos sin identificar. José Antonio Lorente es el médico forense que impulsó desde la Universidad de Granada el programa Fénix. Recuerda que entre 2010 y 2022 se han identificado 1082 cadáveres gracias a este sistema.

Lorente preside la Fundación Europea por las Personas Desaparecidas Quién Sabe Dónde Global. Recuerda que todos los años hay unas 26.000 denuncias, pero el 95% se resuelven sobre la marcha. El Centro Nacional de Desaparecidos, que depende del Ministerio de Interior, estima que hay unas 6.200 personas desaparecidas.

La ley española permite declarar el fallecimiento de una persona cuando lleva diez años desaparecida. De Francisca Cadenas no se sabe nada desde hace siete. Salió de casa y en un trayecto de 50 metros desapareció. Nunca más se supo nada. Su hijo José Antonio lamenta que, hace tan solo un mes, los investigadores le dijeran que tuviera "paciencia y confianza". Él ya solamente espera un desenlace: "Me encantaría que me dijeran que han detenido a alguien. Sería dar una respuesta a esas preguntas que te haces todos los días, todas las noches". El periodista Paco Lobatón, que lleva años defendiendo las reclamaciones de estas familias, recuerda que la desaparición de un familiar es "una emergencia cronificada". Los familiares reclaman que esta legislatura se apruebe un estatuto de la persona desaparecida, que les permitiría recibir una "atención integral"

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